Bilbao. Los bancos de alimentos perciben un rayo de esperanza en las crecientes dificultades en la recogida de productos. En primera línea en la lucha el despilfarro y la desnutrición, reconocen que no han completado su expansión en el sector alimenticio de Euskadi. "Se puede llegar a más", destaca José Ignacio Sánchez, portavoz de la asociación guipuzcoana.

Estas entidades todavía detectan un rechazo del sector que en algunos casos llega a ser especialmente significativo.

En este caso, resulta llamativo la falta de colaboración de Merkabugati, el mercado central de Gipuzkoa, que rechaza la entrega de sus excedentes. "Nos duele, pero pienso que no lo han analizado", lamenta Sánchez. Esta falta de colaboración también se produce en Álava con alguna de las grandes superficies.

A este respecto, las asociaciones vascas destacan los beneficios de la cooperación. Por un lado, su actuación evita el desperdicio alimenticio dando salida a los productos de mercados y supermercados que no se han podido vender. Por su parte, las empresas se ahorran la tasa del vertido en vertederos a coste cero, porque las asociaciones asumen también el traslado.

Estas entidades permiten reutilizar productos todavía comestibles que han quedado sin vender por la proximidad de su caducidad o por defectos en sus envases. Los bancos ofrecen un almacén solidario destinado a las asociaciones sociales de cada territorio aportando alimentos básicos para la dieta como legumbres, aceites o arroces a los que se añaden frutas o verduras y lácteos.