vitoria. Un funeral emotivo que recuerde cómo era la persona en vida, pero sin llegar al desconsuelo que se genera en el doloroso momento del último adiós. Bajo esta idea se acaba de crear este mismo otoño Conmemöra, la primera empresa vasca especializada en organizar ceremonias laicas a las que se pretende que acudan los más allegados y que ofrece servicios básicos a partir de 350 euros.
Lo primero que hacen es una entrevista con los familiares del ser querido para dibujar su perfil y saber así qué clase de persona era y qué aficiones tenía. Entre ellas, la música, uno de los complementos más habituales en estos funerales civiles, y que consiste en poner unas tres canciones, tanto al principio, entre lecturas, como en la despedida. Lo más común es en un lector de CD, pero también se puede contratar un grupo de jazz que toque en directo. También se hacen las cartas de despedida, que son la manifestación de lo que se ha aprendido gracias a esa persona, por ejemplo, de un padre. La puede escribir el cliente o la propia empresa, pero siempre todas se leen durante la ceremonia, que se suelen clausurar con un lunch, personalizable, con refrescos, vino o incluso con champán.