vitoria. Quienes obtienen un título de FP están cada vez más dispuestos a trabajar en el extranjero. Desanimados por la elevada tasa de empleo que golpea bruscamente a los jóvenes, no les importa abandonar su lugar de origen a la búsqueda de una oportunidad en algún país que les ofrezca mayores posibilidades de encontrar trabajo y en mejores condiciones.

Prueba de ello es que el número de alumnos que cursa un ciclo formativo y que se beneficia de los programas de intercambio internacional se ha triplicado en los últimos años en la Comunidad Autónoma Vasca. Más de un millar de jóvenes se suma cada año a los programas Erasmus y Leonardo para completar su instrucción al otro lado de la frontera. En concreto, el 10% del alumnado de la FP realiza prácticas fuera atraído por la demanda de sus empresas, lo que supera de forma amplia la media estatal, que se sitúa en un 3%. De hecho, España es el país europeo con menor movilidad al extranjero en FP.

Los estudiantes alaveses cada vez están más convencidos de que el futuro está lejos de sus casas. "Lo veo muy negro a no ser que me vaya al extranjero", asegura Mikel Larrazabal, estudiante de un módulo en Nieves Cano. Tanto a él como a sus compañeros la idea de hacer la maleta ya no les parece ningún disparate y empiezan a concienciarse de que mientras no mejore la situación económica, quizá no les quede otra. "Yo también me lo estoy planteando", añade Miguel Javier García, del instituto Diocesanas.

Uno de los principales obstáculos para dar el salto sigue siendo el idioma. No todos los estudiantes alcanzan el nivel necesario como para desenvolverse con facilidad en una empresa extranjera, aunque poco a poco las dificultades se van superando. Por otra parte, la movilidad no es sólo cosa de los alumnos. Un centenar de profesores se desplaza también al extranjero dentro de iniciativas de aprendizaje permanente. De la misma forma, la cifra se ha triplicado durante los últimos años.