Vitoria. La picaresca encuentra en la crisis económica su mejor caldo de cultivo. Y si no, que se lo pregunten a los gasteiztarras que en los últimos meses han sido víctimas de una nueva modalidad de estafa de la que ayer dio cuenta la Policía Local. En esta ocasión, el gremio de comerciantes es el blanco perfecto elegido por los maleantes. El Servicio de Policía Local advirtió tanto a los responsables como a los trabajadores de los establecimientos comerciales de la ciudad que extremen sus precauciones para evitar nuevos sustos.
La estafa consiste en que un varón, bien vestido, trajeado, accede al establecimiento haciéndose pasar por funcionario de un ficticio "departamento de Comercio" informando a la persona que lo regenta de la obligatoriedad de contar con tres libros de registro, necesarios para la gestión de la actividad comercial, cuyo coste unitario es de 25 euros, y que en caso de no disponer de ellos, deben ser comprados en el momento.
El Servicio de Policía Local de la capital alavesa ha podido conocer a través de la denuncia interpuesta por la dependienta de un establecimiento comercial de la ciudad este presunto timo que ya se ha producido en otras ciudades del Estado como Badajoz.
Los textos que se dicen obligatorios son legales para la Industria y los comercios en materia de legislación social y en ellos se incluye la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo. No obstante, su legalidad no significa en este caso obligatoriedad.
No en vano, la Guardia Urbana informó ayer de que ha podido conocer por medio de la Cámara de Comercio que la tenencia de los libros citados no es un requisito exigible para la gestión de la actividad comercial y que por lo tanto los establecimientos no están obligados en modo alguno a disponer de ellos. En este contexto, el organismo solicitó de la ciudadanía cuanta información sea posible para localizar e identificar a los autores de la presunta estafa y poner los hechos en conocimiento de la Autoridad Judicial.