Vitoria. Los bares han dejado un buen sabor de boca en La Blanca. A ninguno de sus clientes se le han indigestado las fiestas ya que los más de 300 establecimientos inspeccionados han presentado unas condiciones sanitarias adecuadas. Todos estos locales, desde tabernas, restaurantes, txosnas a puestos de la feria, han cocinado este año a la perfección los ingredientes de esta delicada receta, en la que se debe extremar la higiene del mostrador, la temperatura de las cámaras y la caducidad de los alimentos. Sólo así ha sido posible comerse un bocata con la tranquilidad de saber que no va a resultar perjudicial. "Al Ayuntamiento no le consta ninguna intoxicación alimentaria en estas celebraciones", precisó ayer la edil de Espacio Público, Idoia Garmendia, a la hora de explicar el balance "satisfactorio" de las medidas de limpieza e higiene llevadas a cabo durante estos festejos.

Los técnicos tan sólo han encontrado "pequeñas deficiencias en casos muy aislados", como pintxos sin la correspondiente tapa de protección o empleados sin la indumentaria adecuada. Unas faltas leves que, en todo caso, son de las que se pueden corregir, "si hay llamadas de atención y que, en el peor de los casos, se solucionan con su retirada", agregó Garmendia.

recogida de basura La basura de las calles es otro aspecto que no se ha descuidado en estas celebraciones, en las que ha aumentado un 2% la recogida de desperdicios, con un total de 1.293.285 kilos, frente a los 1.267.205 kilos de las pasadas celebraciones. Un incremento que ha sido posible gracias al 8% más que han depositado los comercios y el 11% en la hostelería.

Más significativo resulta el 21% de incremento que ha experimentado el número de envases ligeros depositados en el contenedor amarillo, con un total de 50.760, frente a los 42.060 de 2010. La conciencia ecológica del espíritu Green Capital también se ha dejado notar en las txosnas, donde se han reducido un 14% los materiales de plástico allí entregados. Un hecho que se explica por el éxito de la campaña de vasos reciclables, emprendida hace tres años, que ha conseguido repartir este año 20.000 recipientes de este tipo.

Entre las novedades para mejorar el servicio de limpieza destaca la barredora "de gran capacidad" y los dos peones que la ayudaban en los paseíllos a lo toros.

A pesar de que estas labores de desinfección se han realizado diariamente, no han faltado las quejas por parte de quienes creen que en La Blanca no se ha pasado demasiado bien el algodón. La edil incluso las entiende porque piensa que el lavado de las calles siempre es un "asunto subjetivo", aunque en todo caso desmiente que no haya habido falta de efectivos de FCC. "Al revés, se ha hecho un esfuerzo para que el número sea lo bastante amplio, sobre todo, para las zonas más afectadas, como el Casco Viejo, Ensanche y recintos donde hay feria", recalcó Garmendia, quien volvió a recordar a los ciudadanos que eviten las botellas en la bajada de Celedón. Sólo así se acabaría con los 140 traumatismos por cortes que causaron el pasado día 4. De lo contrario, el Ayuntamiento "se plantea" una solución más radical, que seguiría tras la exitosa estela de Pamplona y su prohibición de meter vidrio a la plaza en el txupinazo. Pero, de momento, "es un pensamiento", en el que se debe tener en cuenta otras cuestiones, como el diferente número de accesos que tiene la Virgen Blanca.