Páganos. En la villa de Páganos, la Bodega Torre de Oña pasa por ser la instalación que desde hace más tiempo cuenta con un alojamiento para sus trabajadores. Y, además, no sólo en esa empresa del grupo La Rioja Alta, sino también en Cenicero y Ollauri.
La residencia está en un edificio, en un lateral de la zona de operaciones de carga y descarga. Inicialmente se emplazaba en la planta baja, pero posteriormente los responsables la trasladaron a la superior, puesto que allí había mucho más espacio. Así, a través de un largo y luminoso pasillo se accede en primer lugar a una gran cocina, donde abundan especialmente las neveras y los congeladores, "porque es lo que más nos piden los trabajadores que vienen aquí", explica durante la visita Guillermo de Aranzabal, presidente del grupo La Rioja Alta, en la que se integra Torre de Oña.
Aunque el presidente no suele pasear por esa zona destinada a vivienda de los trabajadores temporales, recuerda perfectamente las comodidades que les han preparado y echa en falta un televisor que era más grande y que ha sido sustituido por uno más pequeño.
Los trabajadores todavía no han llegado de sus comunidades de origen. Vienen de Portugal y de Andalucía y esos grupos ya se han convertido en habituales en la residencia. "Vienen muy organizados. Uno de ellos hace como de capataz y las mujeres que les acompañan se responsabilizan de las comidas, de lavar y alguna también va a vendimiar", explica Guillermo de Aranzabal. "Nosotros no les cobramos nada, ni les descontamos nada por el alojamiento. Aquí trabajan como todo el mundo, ocho horas y el resto es su tiempo por lo que entran y salen con total libertad", añade el máximo responsable.
Además de la enorme cocina, en cuyo centro hay una larga mesa flanqueda por sillas, en la planta hay varios servicios y duchas, así como habitaciones para matrimonios y otras para varias personas solteras. En total, suman 20 cuartos donde los trabajadores pueden descansar tras su jornada laboral.
"El tener siempre el mismo equipo te genera confianza. Hay que tener en cuenta que en épocas determinadas tienes veinte personas metidas en tu bodega y esta bodega es muy tentadora en caso de que tengas malos pensamientos. Por eso necesitas tener gente que ya conozcas y que tengan una relación honesta durante varios años", señala el presidente del grupo La Rioja Alta, quien recuerda que "en el pasado tuvimos algunos problemas, porque venía gente de Rumanía o de otros paises y teníamos problemas hasta de comunicación".
Para Guillermo de Aranzabal, "es posible que el empresariado de Rioja Alavesa tenga una mayor sensibilidad social". "Yo creo que desde el punto de vista social el País Vasco está mucho más avanzado. Nosotros tenemos bodegas aquí y en La Rioja, en Galicia o en Ribera de Duero y aquí es otra cosa. ¡Para bien y para mal, a veces! Porque es cierto que también tenemos mayor conflictividad social", subraya. No obstante, según apunta, "en mi opinión el empresario vasco es más consciente de estos temas, está mucho más avanzado socialmente y legalmente". Asimismo, el presidente del grupo La Rioja Alta subraya que también las inspecciones de trabajo son mucho máss rígidas. "Desde luego, mucho más que en el sur", puntualiza.