madrid. Los médicos forenses evaluarán el riesgo que sufren las mujeres maltratadas en informes que emitirán en menos de 72 horas, y que serán complementarios a los que ya realizan las fuerzas de seguridad, a partir de un nuevo protocolo de actuación que previsiblemente se implantará a final de mes.
La directora general de Relaciones con la Administración de Justicia, Caridad Hernández, presentó ayer este protocolo médico-forense de valoración urgente del riesgo de violencia de género, que se realizará siempre que lo pida el juez correspondiente y en principio en las Comunidades Autónomas que no tengan transferidas sus competencias en Justicia.
Esta guía de recogida de datos se ha elaborado después de que lo solicitara el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, quien también compareció junto a la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán.
Para conocer y valorar el riesgo, los forenses contarán con este nuevo instrumento, actualmente en fase de borrador, pero que en dos o tres semanas será definitivo, después de que las CCAA y los expertos aporten sus sugerencias. Las bases de esta nueva herramienta, que utiliza una metodología "con rigor científico" y permitirá "pautar los factores de riesgo", se remitirá al CGPJ para que lo difunda y recomiende a la carrera judicial.
El primer punto que abordarán los forenses serán las fuentes de información: entrevistarán y explorarán al agresor, al igual que a la víctima; tendrán las diligencias judiciales y el atestado policial; la documentación médica y psiquiátrica del imputado, y la versión de testigos y familiares. Además, deberán contar con datos sobre los antecedentes de violencia del agresor, su situación sentimental y laboral en el último año, su salud mental, además de sobre su historia de violencia contra la pareja.
También deberán saber cuál es la percepción subjetiva del peligro por parte de la víctima, si ha habido tentativas de retirada de denuncias y sus condiciones personales, o si depende del agresor. Con todo este material pautado emitirán sus conclusiones, que vendrán a ser como "una fotografía de la situación actual" del riesgo, porque las circunstancias pueden cambiar y requerir nuevas valoraciones.
Mientras tanto, el número de mujeres víctimas de violencia machista que denunciaron a sus agresores creció en 950 (un 3%) durante el primer trimestre del año, mientras que descendió en un 3,6% el porcentaje de ellas que retiró la denuncia y abandonó el proceso judicial.