VALLADOLID. El fallo de la sentencia ha sido anticipado hoy por el magistrado presidente de la Sala, tras un acuerdo alcanzado entre la fiscal y el abogado de la defensa, una vez que el encausado reconoció los hechos por los que ha sido acusado y el fiscal rebajó su petición inicial de pena, que en principio consistía en siete años y medio de cárcel.

El magistrado, al exponer de palabra la parte dispositiva de la resolución judicial, ha explicado que concurre la circunstancia agravante de parentesco, y la eximente incompleta de la adicción a las heroína y al alcohol y la enfermedad mental que padece el acusado -un trastorno esquizofreniforme, esquizotípico de la personalidad y un trastorno mental-.

Además de la pena de prisión, la condena establece la prohibición de que el procesado, de 36 años, se aproxime a la víctima a una distancia inferior a quinientos meteros durante un periodo de once años, plazo durante el que tampoco podrá comunicarse con su progenitor por cualquier medio telefónico o telemático.

En materia de responsabilidad civil, la Sala ha fijado el abono a la víctima de 65.919,28 euros por las lesiones y las secuelas que sufrió, y el pago al Servicio de Sanidad de Castilla y León (Sacyl) de la cantidad que se determine en ejecución de sentencia.

Tras escuchar el fallo y una vez que las partes mostraron su intención de no recurrir, el encausado ha hecho uso de la última palabra para pedir disculpas por lo ocurrido y asumir que deberá pasar un largo periodo en prisión.

Los hechos por los que iba a celebrarse la vista oral, que finalmente no se desarrollo ante lo pactado por las partes, ocurrieron la víspera de Nochebuena de 2009, en una vivienda situada en el Camino de Fuente Amarga de Valladolid.

En aquella fecha, entre las 14:30 y las 18:00 horas, Miguel Ángel S.M. mantuvo varias discusiones con sus padres, a los que exigió 300.000 euros y a los que espetó que, "si no se lo daban por las buenas, sería por las malas", ante lo que el padre le contestó que "entonces sería por las malas" y la madre le entregó veinte euros, según la calificación del Fiscal.

Más tarde, el mismo día, entre las 20:00 y las 21:00 horas, el padre del acusado, que entonces tenía 69 años, entró en el cuarto de la calefacción para echar leña.

Detrás de la víctima entró el acusado, quien agarró a su progenitor de forma sorpresiva por el brazo y le propinó varios golpes con una sierra de fontanero, sin que el padre "tuviera posibilidad de defenderse", mientras exigía continuamente que le diera el dinero, según la acusación formulada por el ministerio público.

"Con ánimo de causar la muerte de su padre", el supuesto autor cogió un objeto metálico de unos veintidós centímetros de longitud, con forma de L y acabado en punta en un extremo, y siguió golpeando.

La víctima cayó al suelo mientras pedía auxilio a gritos y la agresión continuó en la cabeza con dos sillas que partió, mientras con otro asiento presionó el cuello de su padre para intentar ahogarle.