vitoria. Las críticas vertidas por los sindicatos de la Policía Local sobre cada uno de los aspectos organizativos que se viven en la comisaría de Aguirrelanda se suceden sin solución de continuidad. Mientras departamentos como el de Investigación no reciben fondos que les permitirían incrementar notablemente su eficacia -este diario ya informó de que todavía no se ha iniciado ninguna investigación específica para esclarecer los robos en garajes y trasteros- otros, como la controvertida Unidad Operativa de Seguridad o el futuro departamento canino, catalogados ambos como "caprichos" personales del concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, obtienen financiación sin ningún tipo de trabas.
"Ojalá el señor Bully se vaya pronto del Ayuntamiento. Lo malo es que nos va a dejar una serie de joyas que ni funcionan ni funcionarán", manifestaron ayer desde el sindicato ELA.
Los representantes de CCOO también se mostraron duros a la hora de valorar las prioridades que la jefatura de Aguirrelanda y el gabinete Lazcoz tienen a la hora de gestionar el funcionamiento de la Policía Municipal. Así, precisaron que durante los últimos cuatro años se ha solicitado de forma insistente al Ayuntamiento que apruebe el abono de un plus a los integrantes del equipo de Investigación para poder flexibilizar sus horarios y dar lugar a una disponibilidad que les permita resolver los delitos que se cometen en la ciudad. Sobretodo los que tienen que ver con asaltos a garajes comunitarios y trasteros, que contribuyen a incrementar la sensación de inseguridad entre los ciudadanos de la capital alavesa. Este complemento ya se abona en Bilbao y en Donostia a los miembros de estas unidades, con lo que únicamente se reclama una equiparación con el resto de las capitales vascas.
No obstante, estas reclamaciones se estrellan sistemáticamente contra el muro de la denegación municipal. Argumentan los representantes consistoriales para desestimarlas que pertenecen al capítulo uno, el correspondiente al personal, que este apartado queda bajo la competencia de Función Pública y que, en el actual estado de cosas, no se toca. Creen los sindicatos sin embargo que si la jefatura del cuerpo defendiera esta reclamación, sería tenida en cuenta.
"Eso sí, no existe ningún problema en gastar miles de euros en la creación de una unidad politizada como los UOS o en la contratación de una docena de perros para que acompañen a los agentes. Alguien en el Ayuntamiento debe querer mucho a los animales, porque este contrato choca frontalmente con la lógica organizativa dentro de la Policía Local de Vitoria. No hacen falta perros para intimidar, hace falta que se resuelvan los delitos", aseguran desde CCOO.
Tal y como explican los representantes de ambos sindicatos -mayoritarios en el Ayuntamiento-, ni la Unidad Operativa ni la canina son adecuadas para resolver los problemas reales de delincuencia que padece la ciudad. "No hablamos de perros adiestrados para localizar droga ni nada por el estilo. Se trata de perros que acompañarán a los agentes para mantener la autoridad y, en todo caso, para localizar a posibles sospechosos que se puedan esconder en un recinto durante una detención. No hay necesidad de contratar perros, porque en Vitoria no hay intervenciones tan problemáticas", señalaron. Otro de los aspectos que despierta las sospechas de los sindicatos es el correspondiente al mantenimiento. "Una docena de animales requieren unas instalaciones importantes, así como un veterinario, limpieza, comida... ¿Quién va a pagar todo eso?", se preguntaron.
Afirman que con la actual política de dar la espalda al capítulo del personal, las plazas que surgen en departamentos como el de Atestados o el de Investigación no gozan del interés de los agentes. "Nadie quiere ir a cubrirlas porque reclaman mucho trabajo y poco dinero. Hasta los patrulleros que recorren Vitoria en moto ganan más dinero que los de Atestados", subrayan.