Vitoria. Unas carreteras sin multas. El panorama de la huelga de bolígrafos iniciadas por agentes de las unidades de Tráfico de la Ertzaintza con el ánimo de retratar el descontento existente en el cuerpo policial ante la gestión del actual Ejecutivo vasco se antoja desalentador. Al menos, para el responsable de la cartera de Interior. Sin ir más lejos, el máximo responsable político de los policías, Rodolfo Ares, compareció ayer ante el Parlamento Vasco para informar de primera mano sobre las desavenencias laborales que le separan de los agentes y que ayer se cobraron la primera jornada sin multas por infracciones leves en la red viaria vasca. Tal circunstancia obligó al responsable de Interior a advertir a los sindicatos convocantes de la protesta -ErNE, Esan, Sipe y Euspel- que la protesta puede provocar una mayor inseguridad del tráfico. "Los ertzainas tienen la obligación de denunciar faltas y delitos", sentenció.
Asimismo, y como la ocasión la pintaban parda, Ares aprovechó la trascendencia del estrado elegido para hacer un llamamiento a la "responsabilidad" de los ertzainas que decidan respetar la huelga de bolígrafos caídos. Ésta, enmascarada en una "campaña de concienciación" hacia los conductores, comenzó ayer en el conjunto de la CAV como una vuelta de tuerca en busca de una solución que garantice la negociación del convenio colectivo de la Ertzaintza. En principio, las primeras previsiones son contundentes. Se dejará de denunciar el 60% de las faltas habituales cometidos por los conductores en la red viaria de los tres territorios históricos. Lógicamente, se dejará de recaudar otro tanto. La campaña parte con el apoyo de una nutrida representación social de los agentes. En concreto, ErNE, Sipe, Esan y Euspel, que reúnen al 70% de los agentes, están al frente de la campaña.
En ese contexto, el consejero Ares insistió en que un agente tiene la responsabilidad de prevenir infracciones y de denunciar comportamientos que son delitos y faltas, y recordó que algunas de las conductas que los sindicatos convocantes de la protesta definen como infracciones leves, como el uso del teléfono móvil por parte de los conductores, "han estado siempre tipificadas como infracciones graves, con multas de 600 euros y la pérdida de tres puntos". También anunció que los responsables de las diversas unidades harán un seguimiento de estas movilizaciones aunque ha dicho que confía "mucho" en la profesionalidad y en el "buen hacer" de los agentes.
Sea como fuere, el consejero reconoció que con la actual "fragmentación" que existe entre los sindicatos es más "difícil" alcanzar acuerdos y adelantó que no va a permitir que los dirigentes sindicales pretendan "codirigir" el Departamento de Interior porque éste, dejó claro, lo dirige él y su equipo. Aparte, durante su intervención, el titular de Interior recordó que su propuesta es regular la segunda actividad de los agentes a partir de los 57 años, posibilitando que los ertzainas que lleguen a esa edad no trabajen de noche si así lo solicitan.
También añadió que algunos sindicatos piden regular la segunda actividad a partir de los 55 años y que "se vayan a sus casas cobrando directamente o de forma progresiva el 100 % de su salario", algo que en, en su opinión, es una "prejubilación encubierta".
Respuesta sindical Estas palabras encontraron rápida réplica entre los sindicatos ErNE, Esan, Euspel y Sipe. Estos advirtieron que, en el plazo de diez años, 2.500 agentes de una plantilla de 8.000 tendrán una edad de entre 55 y 60 años y "no habrá puestos de segunda actividad para todos". Por ello, reivindicaron una "fórmula decorosa" para que los ertzainas puedan jubilarse anticipadamente, que no incluye el 100% de su salario, y para posibilitar el rejuvenecimiento de la Ertzaintza, cuyos agentes tienen una media de edad de 48,5 años.
Los representantes sindicales valoraron el primer día de su "campaña de concienciación" iniciada con motivo del conflicto laboral que mantienen con Interior. A su juicio, la iniciativa se está desarrollando "positivamente", según les han trasladado sus compañeros de la Ertzaintza de "todas" las unidades de Tráfico, así como en las propias comisarías. "Hay una concienciación absoluta" por parte de los agentes.