Madrid. El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, anunció ayer en el Congreso que el Gobierno, en colaboración con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), ha decidido revisar los sistemas de seguridad de las ocho centrales nucleares españolas tras la catástrofe de Japón, en línea con lo que se decidió ayer en Bruselas.

El ministro adelantó que se va a realizar un estudio de riesgo sísmico complementario, así como un informe sobre el riesgo de inundaciones en las centrales españolas. En concreto, indicó que se dará prioridad a la central valenciana de Cofrentes, cuya prórroga de funcionamiento de diez años se aprobó en la víspera del seísmo nipón, el 10 de marzo. Según Industria, la central de Cofrentes, de 27 años de antigüedad, acaba de recibir el informe favorable del CSN para seguir operando, condicionado al cumplimiento de determinadas condiciones relativas a la seguridad.

Además, señaló que el CSN analizará, a la mayor brevedad posible, el impacto de esta nueva situación sobre las condiciones incluidas en dicha autorización, por si fuera necesaria una actuación complementaria a la luz de los nuevos acontecimientos. "Creemos que estas son las medidas razonables. Quiero reiterar que las centrales en España son seguras y que estas medidas se adoptan para garantizar su seguridad", argumentó.

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó minutos después en el Congreso que las centrales nucleares españolas están sometidas ya a "rigurosos exámenes" de sus condiciones de seguridad, de su estado y de la calidad de su funcionamiento, pero adelantó que no descarta hacer alguna "exigencia más" a alguna de ellas "ante hipotéticos riesgos" si así lo aconsejan los nuevos exámenes. "Lo que vamos a hacer ahora es asegurarnos más", dijo Zapatero. "Japón debe servir como experiencia, debemos extraer conclusiones, pero conclusiones medidas, conclusiones científicamente avaladas, y eso es lo que debe sostener las decisiones políticas al respecto", manifestó. Zapatero precisó que los nuevos "informes complementarios" encargados al CSN son los que ha recomendado la Comisión Europea y se centrarán en las "ubicaciones" de las centrales nucleares y en el riesgo de terremotos, inundaciones u otras catástrofes naturales y su posible impacto en las centrales.