En un laboratorio de Madrid ya han atado cabos. Tras analizar el perfil genético de unos 120 afectados de la asociación Anadir -una docena de ellos del País Vasco-, han propiciado el reencuentro de una mujer de Barcelona con la hija que le arrebataron hace cuarenta años.
Una vez descubierta la coincidencia, no hay tiempo que perder. "Me aseguro, reviso todo y entro en una carrera contrarreloj para buscar los teléfonos de las dos personas y avisarles rápidamente. Si les puedes ahorrar quince minutos de espera, mejor. Eso sí que es gratificante, ver que podemos ayudar y que la ciencia sirve", asegura Amaya Gorostiza, gerente del laboratorio de identificación genética de Genomica, responsable de la base de datos.
La ciencia ha confirmado, además, las sospechas de otras dos mujeres de Barcelona y Granada, cuyas muestras de ADN no coinciden con las del cabello de los recién nacidos que fueron enterrados. "Puede que se los robasen o que se los cambiasen, pero lo cierto es que los bebés no son compatibles", corrobora Gorostiza. En otros dos casos las familias respiran por fin tranquilas al comprobar que los restos exhumados sí pertenecen a sus hijos, mientras que una quinta está a la espera de los resultados. "La gente se siente en cierta medida aliviada cuando se cerciora de que el que está enterrado era su bebé. Les tranquiliza saber que murió y ya está", cuenta esta experta en genética forense que el pasado miércoles viajó a Granada, precisamente, con motivo de una exhumación. "Una familia quiere saber si los restos del bebé que está enterrado con la madre, que falleció el día del parto, son los correctos", apunta.
Aunque a los laboratorios han llamado para informarse más de 200 personas, de momento cuentan con la huella genética de 120. "Tendremos un 60% de madres y un 40% de hijos aproximadamente", estima Gorostiza. Estos últimos acuden menos "porque muchos ni siquiera saben que son adoptados, ya que se falsificaba la documentación". No obstante, "cuando alguien llama y dice que piensa que es adoptado, se le anima a que se incorpore porque, cuanta más gente haya en la base de datos, más probable será que encontremos una coincidencia", explica.
Una vez recogida la muestra de epitelio bucal -pasando un bastoncito de algodón por el interior de los carrillos-, se analiza el ADN. "Buscamos el perfil genético, que es como una huella dactilar. Miramos en diferentes marcadores, de manera que tenemos una especie de código de barras, único para cada persona", detalla la experta. El resultado se incluye en la base de datos, que automáticamente lo coteja con el resto. "A partir de quince coincidencias, una por cada marcador, serían compatibles y lo que hacemos es calcular el índice de maternidad. Con eso, en principio, daríamos el positivo", concluye.
106 euros para asociados El coste del perfil genético para los miembros de Anadir -asociación de afectados por adopciones irregulares con la que Genomica tiene un acuerdo- es de 106,20 euros, mientras que el precio al público asciende a 200. "Esto lo hacemos para que la gente, tenga los recursos que tenga, lo pueda hacer. Queremos poner la ciencia a su disposición y poder ayudar a todo el mundo", asegura la responsable del laboratorio.
La empresa dispone de una red de colaboradores en todo el Estado, a través de los cuales se les pueden hacer llegar las muestras "manteniendo en todo momento la cadena de custodia", por lo que sus informes se pueden utilizar en un proceso judicial. Quienes recurran a ellos deberán abonar 15 euros más para cubrir los gastos de mensajería y la colaboración del centro.
Pese a que el ministro de Justicia se comprometió a costear las pruebas de ADN a los afectados, siempre y cuando sean solicitadas por jueces o fiscales, Gorostiza advierte que "los casos de paternidades que van por vía judicial a veces tardan años en resolverse", mientras que ellos facilitan el informe con el perfil genético en apenas quince días. "No sé si el Ministerio asumirá el coste de las pruebas que se hayan hecho hasta ese momento o lo derivará al Instituto Toxicológico, pero nosotros, desde luego, pondríamos la base de datos a su disposición".