madrid. La mujer de Santiago del Valle, Isabel García, pasó ayer a disposición judicial tras pasar la noche en el complejo policial de Canillas después de confesar en televisión que fue su marido quien asesinó a la niña Mari Luz Cortés, según informaron fuentes policiales.
Las asociaciones de jueces consideraron que el testimonio en televisión de Isabel García "no vale absolutamente para nada" de cara a la sentencia que tiene que dictar el tribunal. El portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Pablo Llarena, dijo que "no tiene ningún valor" el hecho de que García se haya retractado de la declaración que prestó el día 16 ante el tribunal que juzgó el caso, donde inculpó a su cuñada, y haya vuelto a sus primeras declaraciones ante la Policía y en los juzgados en marzo de 2008.
El portavoz de la asociación de jueces y magistrados Francisco de Vitoria (AJFV), Marcelino Sexmero, manifestó que las pruebas deben practicarse en el plenario y "todo lo que se practique fuera no vale absolutamente para nada, ni tiene ninguna incidencia".
Llarena recordó que García, se puede acoger al derecho de no declarar contra su marido tal y como recoge la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pero ha subrayado que si declara debe decir la verdad.
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, señaló que en periodismo "no todo vale", considera que el vídeo colgado ayer en la web de elmundo.es, en el que se puede ver lo que pasó en un descanso de la entrevista, es un "atentado contra la dignidad" de la entrevistada.
Según González, para buscar la verdad y la noticia es "loable transgredir la norma", como intentar entrar en el Sahara cuando te lo prohiben. Sin embargo, "no se puede atentar contra la dignidad de una persona", ha insistido.