málaga. Los nombres y las direcciones particulares de al menos ocho policías de la Costa del Sol que participaron en la desarticulación de una peligrosa banda criminal en julio de 2007 han terminado en manos de las personas a las que detuvieron porque sus datos no se protegieron adecuadamente.
El secretario general provincial del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Manuel Expósito, aseguró que "por unos errores burocráticos, se ha incumplido la ley". El sindicato SUP, del que son afiliados seis agentes afectados, denunció el caso el pasado 20 de enero ante la Dirección General de la Policía. El vocal de la formación, Francisco Puertas, se lo expuso al subdirector de Recursos Humanos durante una comisión de personal.
Los agentes supieron que sus datos personales estaban en manos de esta banda al recibir una citación judicial en su domicilio particular, ya que, cuando los policías acuden a los juicios, lo normal es que, por motivos de seguridad, se les llame con su número de placa y en las dependencias en las que trabajan, según publicó ayer El País.
En el sindicato SUP aseguran que se ha producido un "incumplimiento de la legalidad" que atribuyen a la actuación de los agentes de Asuntos Internos. La Dirección General de la Policía ha rehusado hacer declaraciones. Otras fuentes, tanto policiales como judiciales, hablan de un posible "cruce de datos" en los juzgados.