sevilla. El menor de edad apodado El Cuco que será juzgado desde hoy por la violación y asesinato de Marta del Castillo proclamará su inocencia y afirmará que no estuvo en el piso donde se cometió el crimen ni trasladó el cadáver pues pasó la noche del 24 de enero de 2009 de botellón con sus amigos.
El abogado del menor, Fernando de Pablo, aseguró que esta fue la primera declaración de su cliente ante la Policía nada más ser detenido, aunque no la que luego se aportó al Juzgado, en la que el chico reconoció haber participado en el traslado del cuerpo al río Guadalquivir. En posteriores declaraciones ante el juez, Javier G.M., apodado El Cuco, dijo haber confesado porque la Policía le presionaba con detener a su familia, por lo que optó por decir que "sí a todo" lo que los agentes le iban relatando que había confesado su amigo Miguel Carcaño, presunto coautor de la violación y asesinato.
El juicio contra El Cuco, que se enfrenta a seis años de internamiento, comenzará hoy en el Juzgado de Menores de Sevilla, donde el abogado de los padres de Marta planteará como cuestión previa la inconstitucionalidad de la Ley del Menor en cuanto al enjuiciamiento por separado de este chico y los cuatro acusados que son mayores de edad.
Dado que el juicio contra los mayores de edad ni siquiera está señalado, el abogado José María Calero alerta de las vulneraciones que se producirían si las dos sentencias "declaran a la vez unos mismos hechos como probados y no probados".
Aunque la vista se celebra a puerta cerrada, el juez Alejandro Vian ha autorizado la presencia de dos familiares de la víctima y de un miembro del Equipo Psicosocial de la Junta, responsable del seguimiento del acusado. Dichos representantes familiares no podrán ser, al menos en las primeras sesiones, los padres de Marta del Castillo y su tío Javier Casanueva, que están citados como testigos en la tercera jornada de la vista.
El juicio escuchará a 46 testigos para intentar reconstruir la noche del crimen, además de a 19 policías que participaron en la investigación y once peritos que rastrearon el piso del presunto asesino.