Cientos de vecinos de Arriate (Málaga) despidieron ayer a María Esther Jiménez Villegas, la niña de 13 años que fue hallada muerta en la caseta de una depuradora, en una misa seguida incluso desde la calle por megafonía. La capilla de la residencia de ancianos Glorieta de San José acogió la misa funeral por el alma de la menor ante cientos de vecinos del pueblo y personas procedentes de otros puntos. Inmediatamente después de la ceremonia, el féretro fue trasladado a Paterna de la Ribera (Cádiz), población de origen de la familia donde recibirá sepultura hoy, a las 11.00 horas.
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