vitoria. El colectivo SOS Iruña Veleia no ceja en su empeño por mantener la validez de los presuntos hallazgos descubiertos en el yacimiento romano, aquellos que en su día hicieron temblar el saber recopilado sobre el euskera. En su nueva denuncia, la plataforma desvela que el Departamento foral de Cultura, entonces encabezado en lo político por Lorena López de Lacalle (EA), contrató hasta dos grafólogas para lograr un dictamen que satisfaciera sus intereses, dado que la primera perito firmó un informe, al parecer, poco concluyente.

Según sus tesis, en enero de 2009 el Ejecutivo foral contrató a una grafóloga para que analizara y comparara las letras de los grafitos de la discordia (en los que aparecieron supuestas palabras en euskera y nociones sobre el cristianismo, entre otras circunstancias) y las que se encuentran en una réplica de una letrina romana, realizada para los Ludi Veleienses -espectáculo lúdico y cultural nacido para dar a conocer cómo era la vida en el poblado romano- celebrados durante algunos veranos. El informe, entregado en marzo del mismo año, segús SOS Veleia, no era concluyente.

Tal afirmación llega sustentada de la literalidad del análisis de la grafóloga, que concluye textualmente con el siguiente párrafo: "Debido a ello y para extremar la prudencia, esta perito no debe concluir asegurando que el que ha realizado los grafitos las letrinas haya realizado también parte o gran parte de las de los yacimientos, si bien insiste que muchas de las coincidencias tan peculiares así lo sugieren, pero lo que realmente puede afirmar es que es significativo y sorprendente el paralelismo, entendiendo que es excesivo para ser simplemente fruto del azar".

La plataforma SOS Veleia insiste en que se da la circunstancia de que la demonizada Lurmen -empresa responsable del yacimiento hasta que saltó el escándalo de la supuesta falsedad de los hallazgos-, ante el acoso grafólogico, quiso también realizar un estudio de dicho tipo. Para ello se puso en contacto con una empresa especializada. No obstante, parece que el ente foral les denegó el permiso para acceder a las piezas. Al respecto, la Administración provincial insistió en el empeño y contrató a otra grafóloga. El informe realizado, compuesto de dos partes, concluyó a finales de 2009 y se filtró dos veces a la prensa con titulares que apuntaban a Eliseo Gil -cabeza visible de Lurmen- como autor de los grafitos.

Empeñados en tal circunstancia, la plataforma ha descubierto que la segunda grafóloga cobró 36.000 euros por un informe que apunta a que fue la misma mano la que realizó 75 de los grafitos aparecidos en el yacimiento en 2005 y 2006 y todos los de las letrinas.

En ese sentido, el segundo informe explica que "las concordancias entre los dibujos y letras de la letrina y los de los soportes milenarios se establecen por la utilización de herramientas gráficas procedentes de una misma red neuronal y trasladadas al soporte a partir de una integración neuromuscular y de coordinación visomotora única, que no puede significar sino que ha intervenido un único motor".