amurrio. La queja remitida por la Asociación de Padres y Madres del Colegio Lukas Rey de Amurrio por el malestar que han causado los retrasos que sufre el autobús encargado de llevar a casa a tres de sus estudiantes ha levantado ampollas. La empresa encargada del transporte (Autocares Sobrón) recuerda que el contratante de este servicio no es la AMPA, sino el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, por lo que consideran que este tema ha de tramitarse por otros cauces. Por otra parte, los padres de la ikastola Ikasbide, sita en Durana, han logrado que las Juntas Generales de Álava traten hoy en la Comisión de Administración Local "la discriminación que sufren los estudiantes del centro a quienes la consejería prohibe usar autobuses al mediodía para comer en casa". En cuanto al caso de Amurrio, portavoces de la AMPA explicaron a este diario que la citada queja responde a que "no hay día que no lleguen con quince minutos de retraso, con lo que esta espera supone para los menores afectados y sus familias, así como para la monitora que tenemos contratada para que les cuide". En concreto, se trata de la línea de transporte escolar contratada para las 16.30 horas, de cara a que tres alumnos de corta edad del Colegio Público Lukas Rey puedan volver a su casa, en la localidad de Zuaza, una vez finalizada la jornada escolar. "Se les ha pedido de forma reiterada puntualidad, pero se trata de una contrata de dos años, tienen servicios anteriores que atender y no nos hacen caso", aseguran los afectados.

La empresa no desmiente tal circunstancia, ya que -tal y como explica en una nota- "el Departamento de Educación autoriza y permite las combinaciones de servicios al mismo adjudicatario, de modo que a alguno de los servicios se llegue incluso hasta 20 minutos tarde". Una medida que permite que un vehículo y un trabajador "puedan optimizar el trabajo, máxime en estos tiempos que corren. De otro modo, supone que las actuales condiciones laborales de los trabajadores queden mermadas con reducciones de jornadas o incluso rescisión de contratos, consecuencias éstas no deseadas ni por la plantilla ni por la empresa".

Además, la empresa adjudicataria de este servicio asegura que los retrasos objeto de la queja de la AMPA "se han producido de modo excepcional, en algunos casos debido a que otros centros se retrasan y afectan al normal desarrollo de los siguientes servicios, siendo máxime de 5 o 7 minutos". Con todo, la firma de autocares considera que "tratándose de un tipo de trabajo tan delicado como es el transporte de menores, no es lo más conveniente para un normal desarrollo estos altos niveles de presión así como que la plantilla de esta empresa se vea inmersa en una exposición y duda de su profesionalidad en los medios de comunicación". Por ello, esperan que el tema se resuelva por otros cauces como en la reunión que mantendrán hoy viernes con el AMPA y, en breve, con la Delegación de Educación, "dado que no descartamos que pueda existir algún problema personal entre alguna conductora y el impulsor de la queja que se ha planteado", sentenciaron.

Por su parte, el problema de Ikasbidea, que llega hoy a la Cámara foral tras pasar por otras instituciones como el Ayuntamiento de Vitoria o el Parlamento Vasco, pasa por lograr el objetivo de dejarse oír para tratar de que Educación recapacite y vuelva a poner a disposición de los alumnos el transporte al mediodía, para que los que quieran puedan acudir a casa a comer.