Vitoria. Los talleres electromecánicos para vehículos legalmente establecidos pagan sus impuestos, dan de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social, cumplen con los horarios estipulados por la Administración y con las normas exigidas por Medio Ambiente para tratar todos los elementos y residuos generados durante sus operaciones. Pero siempre hay quien se salta las normas para establecer las suyas propias y, tal y como denuncia el secretario general de la Asociación de Empresarios de Automoción de Álava (Adeada), Fernando Díaz, ello se ha traducido en un incremento sustancial de talleres ilegales en suelo alavés. Lonjas que no cuentan con ningún permiso y que no están dadas de alta en ningún registro oficial pero que, al amparo de la crisis, cuentan con una clientela fiel que espera ahorrarse unos euros en el arreglo de su vehículo. De todas maneras, esta competencia desleal que deja en clara desventaja a los talleres oficiales tiene los días contados ya que desde Adeada aseguran que ya han comenzado a perseguir a los negocios piratas y que seguirán haciendolo a lo largo de los próximos meses. "No nos va a temblar el pulso a la hora de denunciarles", asegura Fernando Díaz.

El portavoz de Adeada explica que los talleres clandestinos se concentran en la capital alavesa y se ubican en lonjas particulares y garajes de barrios de la periferia de la ciudad. A diferencia de la legión de varilleros ilegales que llegaron a la ciudad hace dos años atraidos por la enorme demanda de especialistas en carrocerías que generó la violenta granizada caída sobre Vitoria, actualmente se dedican a los trabajos electromecánicos. Fundamentalmente se centran en pequeñas tareas de mantenimiento.

El perfil del operario de un taller pirata es de lo más diverso. Además de estudiantes de mecánica, abundan los simples manitas aficionados al motor e incluso los empleados en talleres oficiales que, al llegar a casa después de su jornada de trabajo legal, abren la persiana de su garaje y se dedican a reparar vehículos en su tiempo de ocio. Algunos llegan a anunciarse en foros especializados de Internet, donde cuelgan sus números de teléfono y se ofrecen como mecánicos con experiencia capaces de enfrentarse a distribuciones, embragues, culatas, turbos, motores, frenos y mantenimientos en general. También, tal y como ilustra Fernando Díaz, hay talleres clandestinos gestionados por inmigrantes que, cuando son descubiertos, aseguran desconocer desde el idioma hasta las leyes que rigen la actividad de las empresas en la comunidad autónoma. Pero la ignorancia de la norma -y por supuesto la incomprensión de la lengua- no eximen del cumplimiento de la legalidad. Por supuesto, las facturas o más bien su total ausencia son otro de los elementos característicos de estos negocios. Ni papeles, ni cobro con tarjeta. Todo en mano y en dinero para que no surjan problemas.

explotación laboral Otro de las irregularidades que preocupan sobremanera a los responsables de Adeada son los abusos laborales que se cometen con los empleados de algunos talleres de Vitoria. "Hay dueños de talleres que obligan a sus trabajadores a meter un montón de horas sin cobrarlas", lamenta Díaz. "Nos han llegado casos de empleados que han sido presionados por sus jefes para trabajar hasta 200 horas anuales por encima de lo establecido y que nunca las han llegado a cobrar. Lo malo es que estos casos no se suelen denunciar hasta que los afectados dejan de trabajar en estos negocios y entonces resulta muy difícil de demostrar que ha habido explotación, pero es un asunto que realmente nos preocupa mucho", advierte el secretario general de Adeada.

Las denuncias, en el caso de las irregularidades laborales, van a parar a la Inspección de Trabajo, dependiente de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco. El resto se reparten por diferentes departamentos del Ayuntamiento de Vitoria y del Ejecutivo autonómico que incluyen a las áreas de Medio Ambiente y a la Sociedad Pública de Gestión Ambiental, Ihobe. Ello es así porque los aceites y demás residuos contaminantes que se generan en las reparaciones no son gestionados de acuerdo a las exigencias de la Ley, sino que son simplemente arrojados por el desague.

Pero no son éstas las únicas trampas que deben preocupar a los profesionales del sector. La Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, Conepa, agrupación a la que pertenece Adeada, ha advertido recientemente a todos los talleres legales de que una cadena de televisión está interesada en cazar a los mecánicos para realizar un programa de cámara oculta. La idea consiste en provocar una avería fácil de arreglar en un vehículo, llevarlo a un taller y ver si los responsables del mismo son honrados o si, por el contrario, inflan la factura.