amurrio. El gerente de Arabako Txakolina, Joxean Merino, considera "positivo" el paso de crear una organización que aglutine las tres denominaciones. Sin embargo, "no tiene mas recorrido que ése, en el sentido de que cada consejo mantiene su personalidad jurídica", dice.

Desde que Arabako Txakolina obtuvo su denominación de origen en 2002 siempre han abogado por la unión de las denominaciones de Getaria, Bizkaia y Araba para aglutinar fuerzas, y parece que les han hecho caso. ¿Están contentos?

Por supuesto. Estábamos a favor de hacerlo desde hace mucho tiempo porque es una manera de oficializar la ya de por sí buena relación que tenemos entre los tres consejos reguladores. Nos reunimos de forma periódica, pero tener un órgano que nos coordine y vele por nuestros intereses comunes ante ataques externos como los que estamos padeciendo en los últimos tiempos es algo muy interesante, aunque también es cierto que esto no mejora en absoluto nuestra situación actual.

¿A qué se refiere?

A que esta asociación no tiene más recorrido que ese, el de ser una sola voz ante instituciones, aunar sinergias y ser más efectivos en temas estratégicos, en cuestiones de gasto y captación de ayudas. Pero la personalidad jurídica de cada Consejo Regulador se mantiene, nadie pierde su protagonismo, aunque sí mejora nuestra eficacia, ya que se va a abrir ante nosotros un nuevo escenario a la hora de diseñar planes de promoción conjuntos, con una visión comercial y productiva unitaria del txakoli.

Hablando de producción. Este año han registrado la mayor cosecha de su historia con la recolección de 443.000 kilogramos de uva. Algo que supondrá poner en el mercado 60.000 botellas más que en la pasada campaña, cuando se etiquetaron 336.500 botellas. Pero, ¿la calidad?

Por el momento, sólo se sabe que la calidad de la uva recepcionada en las bodegas ha sido excepcional, a pesar de que un invierno muy duro con muchas nevadas y lluvias propició que la poda se iniciara más tarde de lo habitual y de que se dieron algunos problemas durante la floración por las fuertes lluvias en la primavera, seguidas de un fuerte estrés por falta de agua durante la etapa final. No obstante, este mes vamos a comenzar a realizar las catas que, en algunas bodegas, se atrasará a primeros de febrero, de cara a definir los niveles de analíticas.

Entonces, ¿para cuando tendrán el veredicto sobre la calidad de los caldos de este año?

Nuestra intención es presentar la cosecha en un acto público, que volverá a contar con un padrino de renombre, a finales del próximo mes de marzo. Aunque igual hay alguna bodega que anda justa y tendremos que aplazarlo a primeros del mes de abril.

¿Y el tradicional Txakolin Eguna que acoge desde hace doce años la villa ayalesa de Amurrio?

Pues siempre tiene lugar el penúltimo domingo de mayo, pero como este año en la fecha original (22 de mayo) se celebran las elecciones municipales, hemos trasladado la fiesta al siguiente domingo, por lo que el XII Txakolin Eguna lo celebraremos el día 29 de mayo de 2011.

¿Han decidido ya si van a efectuar nuevas plantaciones de viñedo?

En estos momentos las hectáreas de viñedo plantadas ascienden a cien, pero en plena producción sólo se encuentran 47, y no será hasta dentro de tres o cuatro cosechas cuando tengamos todos los viñedos plantados en producción y notemos el subidón de cien mil kilos de uva más. Por eso, aunque todavía tenemos permiso para otras 40 hectáreas permitidas por la Diputación Foral de Álava, vamos a esperar a ver cómo evoluciona el mercado y en función de esto tomaremos las decisiones que consideremos oportunas para afrontar nuevas plantaciones. Lo que sí podemos afirmar es que para 2015-2016 tendremos en producción 110 hectáreas de viñedos, lo que supondrá poder sacar al mercado en torno a un millón de botellas anuales. Una cantidad acorde a la necesidad de producción que tenemos.

Algunas bodegas adscritas a Arabako Txakolina han comenzado a experimentar con nuevos productos que parecen están funcionando muy bien. ¿Hay alguna novedad en esta materia?

Ciertamente, el espumoso o aparduna de la bodega Beldio de Llodio -que no podemos calificar como cava ni champagne, porque son marcas registradas por otras denominaciones de origen- ha cosechado su éxito, y dado que la producción de uva tinta ha sido mayor tenemos algunas bodegas que están experimentando en laboratorio la elaboración de ojo de gallo (un vino más oscuro que el clarete sin llegar a ser tinto), con la intención de sacarlo al mercado el año próximo. Pero nuestro buque insignia seguirá siendo el txakoli.