Amurrio. El Consejo de Gobierno de la Diputación alavesa dio el pasado 14 de diciembre el visto bueno al proyecto de trazado para el acondicionamiento de la carretera A-625 entre la variante Este de Amurrio y el límite con el territorio de Bizkaia, a la altura de la ciudad de Orduña. Se trata de un proyecto largamente demandado que, tras un arduo proceso de debate con las entidades locales afectadas, comienza ya su tramitación ejecutiva con la adquisición de los terrenos colindantes necesarios para la reforma de la actual carretera. Un tramo de 5,4 kilómetros, de trazado muy sinuoso y estrecho, que se ha convertido en uno de los puntos negros de la red viaria alavesa y fuente de muchos tristes titulares, dados los accidentes con víctimas mortales que acumula.

Con todo, el que las excavadoras comiencen a trabajar en el área para acabar con este problema llevará aún su tiempo, ya que el paso dado este mes no es más que el pistoletazo de salida a la redacción del proyecto que guiará las obras y determinará un presupuesto que, según las previsiones, "puede superar los 25 millones de euros, incluyendo las expropiaciones", según fuentes del ente foral. Los mismos portavoces aseguraron que "todo el trabajo de búsqueda de alternativas es conocido por el Ayuntamiento de Amurrio y la Junta Administrativa de Saratxo, para poder haber llegado a un acuerdo suficiente, y ahora comienza el proceso expropiatorio, con la intención de poder sacar a concurso las obras tras el verano".

Y es que cabe recordar que el proyecto anterior despertó agrias críticas por parte de los afectados, que presentaron en su momento un sinfín de alegaciones ya que se quejaban de las grandes afecciones de terreno que implicaba la obra. Ahora, una de las modificaciones sustanciales de este nuevo diseño respecto al del anterior equipo foral, es que se ocupan 18.000 metros cuadrados menos.

En concreto, la carretera que diseña la Diputación alavesa comunicará las circunvalaciones de Amurrio y Orduña con una carretera de características similares a los dos tramos que va a enlazar y que tendrá 5,4 kilómetros de largo. El total de la plataforma será de 13 metros de anchura, repartidos en una calzada de siete metros, sendos arcenes de dos metros y sendas bermas (espacio desde el borde del arcén hasta el final de la plataforma) de otro metro.

Uno de los cambios más importantes será que el vial evitará el tránsito por el núcleo urbano de Saratxo porque la carretera se aproximará al río y al ferrocarril, y que eliminará dos puntos negros considerados en la actualidad como Tramos de Concentración de Accidentes.

Además, incorpora un mínimo de cinco elementos novedosos como son un enlace al polígono industrial de Saratxo, con dos rotondas unidas por un paso inferior enlazadas por cuatro accesos a la vía principal que queda en plano superior; un enlace al pueblo de Saratxo similar al anterior pero que, en esta ocasión, será elevado a fin de ocupar una superficie de terreno menor a la prevista inicialmente, que liberará terreno para uso social; y una vía de servicio entre ambos enlaces citados que permitirá la reposición de accesos a las fincas; así como un enlace desde el que partirá el acceso al pueblo de Lekamaña.