vitoria. El largo y tortuoso proceso que ha devenido en la aplicación de la Ley Antitabaco de forma tajante en todo tipo de locales de hostelería a partir de 2011 no parece enderezarse con la llegada del fin de año. Los hosteleros vascos auguran una más que compleja aplicación efectiva de la normativa a pie de barra, plagada de incoherencias e imposibilidades. El secretario general ejecutivo de la Federación de Hostelería del País Vasco, Ángel Gago, acusó ayer a los legisladores, y sobre todo al PSOE, de actuar de cara a la galería y de tratar de ganar puntos gracias a leyes "que se hacen para luego incumplirlas".

Los hosteleros están convencidos de que con la llegada del mes de enero comenzarán los problemas. Aseguran que el entramado normativo que se les impone esconde demasiadas dudas y ya han solicitado a la Administración que se las resuelva. Suspicacias tales como si con la aplicación de la nueva vara de medir se prohibirá exclusivamente el consumo de tabaco pero tal vez no fumar "otras sustancias" que no se citan en el texto legal. Estiman que el nuevo marco les aboca a la inseguridad jurídica y aseguran que ya están trabajando para contrarrestar situaciones de este tipo. "Una lectura detenida de la modificación legal pondrá en evidencia las contradicciones de la nueva norma", garantizó Gago.

A la espera de que los cambios normativos tengan su correspondiente traducción a nivel autonómico, procedimiento que se espera tenga lugar a lo largo del primer semestre de 2011, el portavoz de la federación precisó que la norma no sólo nace para aplicarse a pequeñas y medianas empresas, como son los locales de hostelería, sino que puede tener un alcance mucho mayor. así, puso como ejemplo a los hospitales o a los recintos deportivos, como los campos de fútbol, y se preguntó si los fumadores habrán de abandonar por completo estos edificios para echar un pitillo.

Hasta el momento en el que lleguen las aclaraciones, la Federación de Hostelería del País Vasco ha iniciado una campaña entre los profesionales del sector para ir tratando de resolver interrogantes. En las circulares difundidas recuerdan, entre otras cuestiones, que no se pueden habilitar espacios para fumadores, que habrá que facilitar hojas de reclamaciones a los clientes que quieran hacer constar que hay alguien fumando en el local, que es necesario retirar la vieja cartelería reguladora del tabaco y que es obligatorio colocar una nueva.

También aconsejan retirar los ceniceros, no colocar carteles de "pura publicidad" del Gobierno hasta la entrada en vigor de la Ley y, en caso de ver que un cliente fuma "actuar con sentido común y amabilidad, echando la culpa a quien corresponde, al Gobierno y a quienes hayan apoyado su iniciativa". "Si invitas suavemente al cliente a abandonar el local, posiblemente pretenda denunciarte por agresión", advierten.