Soledad Murillo
Ex secretaria General de Políticas de Igualdad
Elene Arrazola
¿Qué lectura hace de la supresión del Ministerio de Igualdad?
He recibido la noticia con perplejidad porque ese Ministerio suponía sólo el 0,03% del Presupuesto General y era políticamente muy rentable. Además, internacionalmente todo el mundo renocía el paso adelante que había dado España en materia de igualdad porque disponer de un ministerio significaba que las políticas transversales iban a llevarse de una manera más efectiva. Todavía no entiendo la razón por la que lo han eliminado, pero creo que lo más acertado hubiera sido incluirlo dentro de Presidencia de Gobierno. Opino que no ha sido un ajuste, sino una respuesta a la multitud de críticas que ha habido el Ministerio.
¿Cuáles cree que han sido los logros del Ministerio?
Ha colocado a España en primera escena internacional en materia de igualdad y además ha permitido hacer el seguimiento de las leyes. Ha dado muchísima autoridad a todas las personas que trabajan en materia de igualdad y servicios sociales que vienen pidiendo a las empresas que los planes de igualdad estén situados en la dirección se impulse la igualdad en sus plantilla. Sólo así se podrá aprovechar el talento de toda la organización, incluidas las mujeres.
Dice que España había conseguido reconomiento internacional. ¿Era el único país europeo con un Ministerio de Igualdad?
Otros países también tienen ministerios, pero no exclusivos de Igualdad, ya que esta materia suele compaginarse con la Justicia o Asuntos Sociales, por ejemplo. Todo el mundo reconocía a España por su Ministerio y por eso digo que la supresión no ha sido una decisión políticamente rentable.
¿Afirmaría que la igualdad ha sido una víctima más de la crisis?
En época de crisis hay que apuntalar los servicios destinados a fomentar calidad de vida y servicios destinados a priorizar el talento y no se ha hecho. Las mujeres suponemos la mayoría de la población y debemos estar representadas al máximo nivel. Hay una enorme confusión entre instituciones y personas y eso no se puede aceptar en una democracia.
Los servicios sociales también se están viendo afectados por la crisis. ¿Repercutirá esto en las mujeres?
En España el gasto social supone el 20% del Presupuesto cuando en la UE ronda casi el 28%, y lo peor de todo es que algunas personas piensan que los servicios sociales son un gasto y no una inversión. Los servicios sociales y el bienestar social son claves porque además de generar empleo, liberan a la población con talento para que no tenga que renunciar a su promoción profesional por la falta de cuidados públicos. Es paradógico que las mujeres estemos más formadas que nunca y estamos hablando de que vamos a quitar los servicios sociales. Me parece una malversación hablar de la crisis y la jubilación y no contemplar que las mujeres tendrían más hijos si la maternidad no estuviera penalizada.
¿Cuál es la solución?
Invertir en futuras estructuras de bienestar social como en los países nórdicos. Ahí se puede ver a las primeras ministras inaugurando hospitales, geriátricos y guarderías porque consideran que los servicios de cuidado garantizan que la liberación del talento femenino. Estamos a principios del siglo XX al pensar que las mujeres tienen que encargarse del cuidado de los demás. Las mujeres españolas desean tener más hijos, pero es imposible con una estructura empresarial que penaliza la maternidad.
Soledad Murillo. Foto: Gorka Estrada