vitoria. La temporada de la patata de Álava con Eusko Label ha comenzado ya y se esperan recoger 2.500 toneladas de este tubérculo de calidad y mantener la producción del año pasado, ya que aunque se han cultivado más hectáreas que en 2009 el rendimiento ha sido menor.Además, los productores esperan que esta campaña vaya acompañada de buenos precios por la caída de producción que ha habido a nivel mundial, aunque temen el efecto que pueda tener la crisis económica. No obstante, los agricultores que producen patata con Eusko Label tienen un precio mínimo asegurado que está recogido en el contrato.
Los productores alaveses informaron ayer que a partir de ahora los consumidores podrán comprar patata con certificado de calidad del territorio histórico puesto que ya se está comercializando esta cosecha, que podrá encontrarse en el mercado hasta abril de 2011.
Los productores precisaron que se espera que sea una campaña buena tanto en calidad como en cantidad. Ello será posible gracias a que se han cultivado más hectáreas. No obstante, los agricultores recordaron que durante el ejercicio anterior se lograron rendimientos históricos en todas las variedades, algo que no va a ocurrir este año.
Por todo ello, el sector primario quiso poner de relieve la "altísima calidad" de este tipo de patata con certificación, que garantiza a los clientes que ha sido cultivada de acuerdo a criterios de respeto al medio ambiente y con una selección de aquellas que por su forma regular, tamaño homogéneo y piel sin defectos, permitan su máximo aprovechamiento.
Las dos principales variedades que se cultivan en Álava son la Monalisa, una patata de nueva generación, de aspecto liso y limpio, de color amarillo por dentro y por fuera, ideal para freír o para recetas en microondas; y la Kennebec, de aspecto rústico, blanca por dentro y muy apropiada para guisos, cocidos y engordar salsas.
Por otra parte, el Gobierno Vasco ha abierto la convocatoria de subvenciones para la realización de actividades dirigidas a la mejora del cultivo, almacenamiento y comercialización de la patata, así como al incremento de la producción de la patata amparada por sellos o normas de calidad o de producción ecológica en el País Vasco, por un importe de 1.350.000 euros.