España cuenta desde ayer con un teléfono para atender los casos de niños desaparecidos, el 116000, un servicio que puede ser determinante porque ocho de cada diez menores asesinados -el 76,2%- fallecieron en las tres primeras horas de haber sido secuestrados. Cualquier persona que tenga algún dato relacionado con un caso de desaparición de un menor de edad puede llamar a este número, que opera ya en doce países de la UE y cuya gestión en España se ha adjudicado a la Fundación Anar, dedicada a la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo desde hace cuarenta años. Gratuito y confidencial, el teléfono atenderá las llamadas procedentes de todo el territorio nacional, las 24 horas del día y durante los 365 días del año, y trabajará en coordinación con el resto de países de la UE, dado que el problema trasciende fronteras.
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