Francisco Aranda, el padre de los cuatrillizos de Canet de Mar (Barcelona) que nacieron en 2001, se colgó de una grúa para pedir ayuda para un tratamiento médico de trasplante de células madre, que cuesta 8.000 euros en Alemania, para su mujer, que padece esclerosis múltiple. El hombre estaba sentado sobre la grúa de un edificio en construcción en la localidad de Sant Adrià del Besos (Barcelona), de unos 20 metros de altura, situada en la carretera de la Catalana, junto al puente de la Torrassa, según confirmó la Policía Local que junto a efectivos de los Bomberos de la Generalitat se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Aranda, que no es la primera vez que se cuelga de una grúa para llamar la atención, explicó que se subió para pedir ayuda para poder recaudar los cerca de 8.000 euros que necesita.