vitoria. El centro de patologías múltiples Abegia lleva 23 meses en desuso, pero parece que la incorporación de residentes en este equipamiento "innovador" está más cerca que nunca. Tras la rúbrica del pasado 7 de junio, según la cual tanto la Diputación como el Gobierno Vasco se comprometían a una financiación conjunta de los gastos derivados del recinto, ayer se dio otro paso más para poner un pie dentro de esta unidad residencial ubicada en la calle Malizhaeza del barrio vitoriano de Armentia. El motivo de ello es que el Instituto Foral de Bienestar Social ha autorizado un gasto de cerca de 900.000 euros para la gestión de la atención residencial, un servicio de carácter público.
Abegia será pionera en el cuidado de 14 personas que padecen al mismo tiempo problemas mentales severos, drogodependencias y enfermedades crónicas como el sida. Dada la situación de exclusión social extrema en la que se encuentran este tipo de pacientes, se requiere un abordaje multidisciplinar imposible de ofrecer, hoy en día, mediante los ámbitos social o sanitario por separado.
Solicitudes Así las cosas, los interesados en hacerse cargo del día a día del centro disponen de 15 días para presentar su solicitud en el registro del Instituto Foral de Bienestar Social, sito en la calle General Álava, 10. La duración del contrato de licitación es de un año y el presupuesto se ha establecido en 899.834,21 euros, de acuerdo con el precio de 180 euros que cuesta cada plaza ocupada por día. Se trata, por ello, de una actuación conjunta que se enmarca dentro del convenio sellado entre el Palacio de la Provincia, el Ejecutivo autonómico y Osakidetza y que también precisó del visto bueno de la Cámara vasca.
Un acuerdo por el que el Departamento de Sanidad y Consumo abonará este ejercicio 302.400 euros al ente foral para atender esta unidad, que ha requerido una inversión de 1,6 millones de euros y que pretende abrir sus puertas después del verano. Pese a que en la puesta en marcha definitiva del equipamiento estén trabajando codo con codo el área de Sanidad con la Diputación, el servicio dependerá del Instituto Foral de Bienestar Social, que en los últimos años ha estudiado sus necesidades con miembros de la Comisión Ciudadana Antisida.
La rehabilitación será individualizada de acuerdo a un plan de trabajo consensuado por los profesionales de la unidad y el equipo de referencia de Osakidetza. Asimismo, se busca la integración social de estas personas de entre 18 y 65 años que sufren la marginación dada la gravedad de sus patologías.
Ubicada en una parcela ajardinada de 5.100 metros cuadrados junto al geriátrico Etxebidea, el inmueble de dos plantas cuenta con habitaciones y baños adaptados, salas de reuniones y música, talleres ocupacionales, cocina, comedor o lavandería.