madrid. Los estudiantes de Formación Profesional (FP) que quieran acceder a la universidad tendrán que pasar una prueba de nivel similar a la selectividad, según anunció ayer la directora general de Formación y Orientación Universitaria del Ministerio de Educación, Mercedes Chacón.

Chacón explicó, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que la medida se aplicará el año que viene, y agregó: "Habrá una prueba para estudiantes procedentes de ciclos formativos de grado superior, una prueba específica que de alguna manera equiparará los dos flujos de entrada".

Desde la Plataforma en defensa de los estudiantes de Bachillerato, Carme Condom señaló que este año se han quedado sin plaza universitaria unos 6.000 estudiantes y pidió que las universidades catalanas amplíen plazas como medida extraordinaria.

Además de esta medida, el Gobierno, por su parte se plantea reforzar la orientación académica y profesional desde la Secundaria Obligatoria (ESO). Apunta incluso la posibilidad de implantar un módulo obligatorio de "descubrimiento del mundo laboral" en el plan de estudios de esta etapa educativa, dentro del marco tutorial, y la de una "normativa estatal" sobre orientación profesional.

Todo ello con la vista puesta en el desarrollo, en cooperación con las CCAA, de un "Sistema Integrado de Información y Orientación profesional".

Consta así en el Plan de Acción 2010-2011 del Ministerio de Educación para cumplir los objetivos educativos de la década 2010-2020, como reducir los índices de fracaso académico y abandono escolar prematuro, cercanos al 30%.

Con esto se pretende "facilitar la elección del alumnado entre las opciones más ajustadas a sus competencias e intereses", asesorados por orientadores.

Según las reformas que se proponen (algunas implican reformar la Ley Orgánica de Educación), quienes no superen tercero de ESO, que se cursa a la edad teórica de 14 años, tendrán que decidirse ya entre repetir, continuar con un programa de diversificación curricular o seguir uno de cualificación profesional inicial (PCPI). También podrán cursar un PCPI los alumnos de segundo de ESO mayores de 15 años que no puedan pasar a tercero.

"Para acceder a estos programas se requerirá el acuerdo de los alumnos y de sus padres o tutores", precisa el Plan de Acción.

Los que lleguen a cuarto deberán inclinarse por la opción hacia el Bachillerato o por la que encamine a FP, aunque podrán matricularse después en unas u otras enseñanzas postobligatorias con independencia de lo cursado en este último año de la ESO.

El Gobierno desea fomentar la continuidad de los estudios de todo el alumnado hasta los 18 años, con ofertas formativas mucho menos rígidas y haciendo compatible formación y empleo.

Se pretende agilizar el tránsito (por ejemplo, con convalidaciones) entre Bachillerato y FP y los grados universitarios, y, al mismo tiempo, recuperar alumnos que dejaron los libros demasiado pronto.

Desde el comienzo del Bachillerato, cuya organización se va a "flexibilizar", los estudiantes dispondrán también de programas y actividades de orientación académica y profesional "personalizados" para facilitar las decisiones sobre su futuro.