vitoria. La asociación alavesa de agricultura ecológica Bionekazaritza compareció ayer en las Juntas Generales para presentar su proyecto de recuperación de especies autóctonas. Este programa incluye la plantación experimental en todo el territorio de fruticultura ecológica de varios ecotipos. Entre ellos destacan los manzanos de sidra, el nogal de madera y nuez, el castaño, el melocotón de viña y el arganzón.

Este proyecto, por el que se han interesado ya una veintena de particulares, engloba alrededor de 30 hectáreas de terrenos privados, además de algunos que estarían dispuestos a ceder ayuntamientos como el de Barrundia o Aramaio. Las primeras proyecciones prevén el inicio de estos programas en cinco localidades del territorio, y es que, a juicio de los responsables de Bionekazaritza, el potencial de Álava para recuperar especies autóctona de árboles frutícolas es inmensa.

Así las cosas, el cultivo que mayor potencial tiene a priori es la manzana de sidra. De ahí que tres de las iniciativas más inmediatas se vayan a realizar con este árbol frutal en Zuazo de Vitoria, Gereñu y Heredia, mientras que en Quintana y Aramaio se piensa en plantaciones de castaños con boletus.

Pero, a pesar del gran potencial que Bionekazaritza ve en la fruticultura ecológica y la recuperación de especies autóctonas, el colectivo aseguró ayer tener dificultades para encontrar respaldo económico para seguir adelante con la iniciativa, cuyo presupuesto para cuestiones técnicas ronda los 130.000 euros, sin contar las ayudas para las propias plantaciones. En ese sentido, la Diputación ya ha trasladado su negativa a una posible financiación ante la falta de recursos de las arcas forales. Precisamente por ello, la asociación pidió apoyo monetario a las Juntas Generales, que se mostraron interesadas en la iniciativa. No obstante, no se expresaron acerca de un posible desembolso.

Por otro lado, el presidente de la Denominación de Origen Arabako Txakolina, José Antonio Merino, expresó en la Cámara alavesa su preocupación ante la intención de Burgos y Cantabria de elaborar un vino que se acoja también a la nomenclatura del txakoli. Merino explicó los esfuerzos que está realizando su asociación para registrar esta marca a nivel europeo como un vino vasco. Un esfuerzo que se ha rechazado en dos ocasiones por Bruselas y que se encuentra en su último recurso.

El representante de la marca alavesa indicó su deseo de que el Gobierno Vasco se oponga a que los caldos de Cantabria y Burgos se amparen bajo la denominación si la petición europea se ve frustrada finalmente.

Por último, valores como el txakoli o la Ruta del Vino han llevado a que Álava haya incrementado el número de turistas un 6% en el último año, mientras que ha duplicado la cifra de visitantes en la última década volviendo a los niveles de 2007.