vitoria. 28 meses después. No es la saga de una película de terror aunque para muchos cada vez se asemeja más a una cinta de este género. 28 meses son los que llevan en huelga las trabajadoras de la residencia Ariznabarra reclamando unas mejoras laborales que, a su juicio, no llegan. El colectivo ha reivindicado en reiteradas ocasiones que la Diputación interceda en el conflicto puesto que el recurso obedece a la gestión público-privada.

Ayer, la diputada de Política Social, Covadonga Solaguren, reiteró en las Juntas Generales que es un asunto entre Quavitae Bizi-Kalitatea, la empresa concesionaria, y la plantilla y que "hablar de rescate con la realidad que tenemos es una broma". Asimismo reiteró su preocupación y deseo porque éste se solucione pronto y expuso las medidas que está llevando a cabo su departamento para obligar a la firma a realizar un acercamiento. Además, recordó que el Ejecutivo foral no deriva ya a ningún usuario al centro, que acumula casi un 50% de vacantes, con 102 plazas ocupadas y 98 libres. "No mandamos allí a ninguna persona nueva. A ningún familiar mío le incorporaría a la residencia de Ariznabarra con este conflicto", apuntó Solaguren.

También recordó que la Diputación ha dejado de abonar a la empresa 2.297.266,91 euros por las horas de huelga realizadas y las plazas vacantes y que le ha realizado 85 inspecciones en los tres últimos años. Asimismo, explicó que le constaba que la firma gestora del centro había trasladado una oferta a las trabajadoras que contemplaba una subida del 9% desde 2008 y un incremento del IPC+1% anual entre 2011 y 2015. Una propuesta que desde el sindicato ELA desmintieron de forma inmediata. "¿Que oferta es ésa que las trabajadoras no tienen? ¿Quién la firma? En Ariznabarra, Covadonga Solaguren ha pasado de la raya de la irresponsabilidad a la de la mentira", denunció.