vitoria. El Departamento de Educación ha suavizado los recortes introducidos en las plantillas de los centros públicos, aunque la dotación de personal sigue siendo insuficiente. Así lo creen al menos las escuelas alavesas, que el próximo curso acogerán en torno a un millar de alumnos más, por lo que observan con cierta preocupación la forma en que esta decisión puede afectar a la calidad de la enseñanza.

El área que dirige Isabel Celaá ya ha remitido a los centros la relación de puestos docentes correspondientes a las aulas de Infantil y Primaria. Asegura que se les atribuyen "cómo mínimo" los mismos recursos que el curso que finaliza ahora, aunque según los datos enviados, que ya son los oficiales, la configuración definitiva de los grupos sufre ciertas variaciones.

Todos los centros alaveses consultados por este periódico pierden profesores, aunque no en la misma proporción anunciada inicialmente. Cabe recordar que en un principio Educación preveía la pérdida de 33 puestos de trabajo sólo en Álava, cuando este territorio va a ganar a partir de septiembre 14 aulas más. Los directores aseguran que los datos son confusos, ya que la relación de puestos de trabajo llegó a las escuelas vía fax a última hora de la mañana de ayer y estaban presentadas en un formato diferente al de años anteriores. "Nos ha generado muchas dudas por lo que hemos pedido cita con Delegación para que nos aclaren con qué profesores vamos a poder contar y con cuales no", explica José Miguel Nanclares, jefe de estudios de Abendaño, que contempla perder un docente para el próximo curso, frente a los 2,5 planteados en un principio.

La preocupación es también latente en Umandi, donde perderán un profesor, así como en la escuela Padre Orbiso y en Ramón Bajo, donde han calculado que van a disponer de hasta tres docentes menos. "No se puede gestionar un centro con menos recursos", asegura su director, Xabier González. Una opinión que es compartida con la directora de Umandi, que asegura que estos recortes "van a afectar sin lugar a dudas a la atención que se le presta al alumnado".

El nuevo convenio de trabajo aprobado recientemente por el Departamento vasco de Educación, y avalado por los sindicatos CCOO y UGT, contempla además un pequeño castigo para aquellos centros cuyos directores hayan sido elegidos de forma forzada, que es el 50% de los casos. Estas escuelas tendrán menos posibilidades de ganar profesores. Por el contrario, aquéllos que tengan un equipo directivo estable, y propuesto de forma voluntaria, serán premiados con una mayor dotación de recursos humanos. La medida ha sido calificada de "discriminatoria" por buena parte de las escuelas públicas, así como por los sindicatos que quedaron fuera de este acuerdo, como son STEE-EILAS, LAB y ELA.

Así las cosas, ya son 151 los directores de centros públicos de Infantil y Primaria de Euskadi que amenazan con dimitir por los recortes en las plantillas, entre ellos se encuentran los máximos responsables de ocho escuelas alavesas y de algunos institutos. El próximo lunes mantendrán una reunión para decidir si finalmente cumplen su amenaza.