vitoria. El Parlamento Vasco otorgó ayer el refrendo oficial al acuerdo que va a salvar a la Montaña Alavesa de ver atravesados sus bosques por la línea de alta tensión Castejón- Vitoria. Todos los partidos, salvo Ezker Batua y Aralar, que no consideran necesario añadir más infraestructuras de transportes de electricidad a las ya existentes y requieren más información técnica, instaron al Gobierno Vasco a que proponga oficialmente al Ejecutivo español la materialización de la alternativa Biok, que minimiza el impacto sobre el terreno sin renunciar a una mayor capacidad de transporte de energía eléctrica en el territorio alavés.

La enmienda transaccional aprobada, con la firma de PNV, PSE y PP, pide además al Ministerio de Industria que renuncie oficial y definitivamente a la línea Castejón-Vitoria. Así pues, el Legislativo vasco dio el último paso en un proceso que, tras años de enquistamiento, se ha resuelto de forma ejemplar, a falta de certificar la renuncia, sin vuelta atrás, al proyecto inicial.

Este trazado tenía todos los visos de salir adelante, pero la creciente oposición de los habitantes de la Montaña caló en la clase política, y los principales grupos políticos se pusieron a trabajar en la sombra para alcanzar un acuerdo. El PSE, opuesto hasta hace unas pocas semanas a modificar el proyecto, planteó la posibilidad de utilizar el corredor de la N-I para llevar los cables, pero ello obligaba a invadir la sierra de Urbasa, con lo cual se trasladaba el problema a Navarra, cuyo Gobierno ha de dar el visto bueno al proyecto que finalmente se haga realidad. En todo caso, y vista la contestación popular, los socialistas abrieron contactos urgentes con Red Eléctrica Española para buscar alternativas.

El PNV, mientras, planteaba otra idea. Aprovechar las infraestructuras existentes y, mediante una línea de apenas siete kilómetros de longitud, en las inmediaciones de Vitoria, interconectar los cables que van de Barcina (Garoña) a Itxaso con la única línea de alta tensión que a día de hoy suministra a la capital alavesa, la que une Grijota, en Palencia, también con Itxaso. Hasta esta localidad guipuzcoana llegará la línea Muruarte-Orkoien, uniendo así Euskadi y Navarra. El PP, por su parte, utilizó sus votos en las instituciones para oponerse al proyecto.

Así pues, una vez hechos los deberes por parte de todos, ayer a cada grupo le tocaba reivindicar para sí el mérito del éxito. En todo caso, y con toda probabilidad, el tendido eléctrico no atravesará la Montaña, pues "más allá de protagonismos", como recordó el portavoz de UPyD Gorka Maneiro, "las instituciones se han puesto de acuerdo".

El parlamentario del PNV Javier Carro defendió la alternativa Biok, impulsada por los jeltzales, no sólo porque evita invadir espacios naturales, sino porque permitirá garantizar el suministro a Vitoria. Por su parte, la representante del PP Laura Garrido reivindicó que, en 2003, la Diputación alavesa gobernada por el PP "fue la primera en emitir informes desfavorables" al trazado por la Montaña. La socialista Natalia Rojo aseguró que "el PSE ha liderado la negociación", mientras que EA apoyó la iniciativa aprobada, pero pidió que "los impulsores de la alternativa Biok aclaren las zonas de sombra que esa propuesta tiene".