madrid. El diestro Julio Aparicio abandonó ayer el Hospital 12 de Octubre de Madrid, dos semanas después de la cornada que sufrió en Las Ventas. El torero salió del centro madrileño saludando con la mano a los periodistas ya que todavía no puede hablar
"Está bien y se va a recuperar pronto. Os quiere dar las gracias a todos", aseguró su banderillero Rafael González a los medios. Aparicio permaneció de pie, con muy buen aspecto físico, vistiendo chaqueta y pañuelo al cuello, una prenda muy torera que le permite disimular los apósitos de la herida. Los médicos que le atendían en el centro decidieron darle el alta debido a "la buena evolución" del torero del traumatismo cervicofacial que le provocó la cornada que sufrió el pasado 21 de mayo en Las Ventas.