Vitoria. Los fríos datos vuelven a alertar de la cruda realidad que castiga a un número cada vez más amplio de familias gasteiztarras. La concesión de ayudas sociales a vecinos de la capital alavesa que carecen de los recursos suficientes para hacer frente al pago de sus necesidades primarias tocó techo durante el pasado 2009. Las tres figuras destinadas a este fin, sin excepción, multiplicaron su volumen de receptores respecto al año anterior: Valga como ejemplo que un total de 4.685 unidades familiares recibieron tanto la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) como las Ayudas de Emergencia Social (AES) por las 3.435 de 2008, lo que supone un incremento cercano al 36,5%. Los titulares de las Prestaciones Municipales de Tipo Económico repuntaron todavía más, hasta el 66,2%. En total, 7.667 familias percibieron cualquiera de estas tres ayudas, dos de ellas o incluso las tres.
Peio López de Munain, concejal vitoriano de Servicios Sociales, certificó ayer durante la comisión del ramo que estos alarmantes datos responden "a la situación de crisis que se está viviendo, que afecta a las personas más débiles desde los puntos de vista social y económico". Las cifras, una vez más, dibujan un perfil muy determinado de la pobreza en la ciudad.
El gasto, en consecuencia, se ha disparado hasta límites insospechados reventando la caja de las ayudas. Las RGI, sufragadas a cargo de los presupuestos de la CAV, acarrearon un desembolso superior a los 25,2 millones de euros sólo en Álava, un 52,5% más respecto al año anterior. El gasto en AES, de competencia autonómica y municipal, se incrementó también un 31,7% hasta los 9,76 millones, casi tres de ellos aportados por el Ayuntamiento. La inversión en las Prestaciones de Tipo Económico, ayudas de carácter subsidiario y complementario de otro tipo de recursos previstos, también se disparó un 56,5% en Gasteiz. Estas prestaciones, por ejemplo, se han destinado a hacer frente al pago de viviendas, a ayudar a los jóvenes menores de 25 años sin medios familiares que les respalden, hacer frente a gastos específicos como la alimentación, al importe del comedor social o los gastos farmacéuticos y a otros conceptos similares.
Munain, para contextualizar el incremento, aclaró que el Ayuntamiento es "muy riguroso" a la hora de conceder las ayudas sociales, porque aunque la mayoría de las personas que las solicitaron cumplieron los requisitos exigidos, se produjeron 887 denegaciones de RGI y AES por no reunir las condiciones. Los grupos de la oposición, al unísono, calificaron los datos globales como "demoledores", "escandalosos" o "desoladores".