barcelona. Los purés infantiles industriales, los llamados potitos, tienen hasta un 40% menos de contenido energético que los caseros, según un estudio que concluye que con este tipo de comida no se puede garantizar una buena nutrición en los niños que los consumen.

El trabajo, elaborado por profesionales del Centro de Asistencia Primaria de Amadeu Torner de L"Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ha analizado las diferencias nutricionales que hay entre los purés industriales y los caseros, al constatarse un aumento en el consumo de estos productos como consecuencia de los cambios sociales. Según los autores del trabajo, pese a que se explica continuamente a los padres cómo se hacen estos purés para garantizar una adecuada alimentación, muchos no lo hacen porque ni siquiera cocinan para ellos, y ya se ven casos de niños de 10 meses que nunca han probado una papilla casera.

Aseguran que cada vez hay más familias que sustituyen una o más comidas de los que tradicionalmente se cocinaban en casa por preparados comerciales, y que aunque un uso racional puede ser de gran ayuda, es necesario un esfuerzo investigador e inversor de la industria para que los productos se ajusten más a las necesidades de los niños. Los resultados del estudio señalan que los niños alimentados habitualmente con potitos tienen un aporte de carbohidratos inferior al recomendado, con un exceso de carbohidratos simples.

También indican que en un menú completo con preparados industriales el reparto de calorías resulta invertido porque tiene más energía el postre que el plato principal.

En los preparados de frutas, los industriales tienen una aportación energética superior a los hechos en casa debido a la gran cantidad de glúcidos, que doblan las cantidades que aportan las preparaciones de siempre. Además, en un puré de verduras casero hay un 50% de grasas más que en una ración de puré comercial, pero el porcentaje de grasas saturadas, que son las que están relacionada con enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, sobrepeso y obesidad, es hasta un 60% superior en los preparados industriales.

En las conclusiones se señala además que si se sustituyen los purés de fruta caseros por potitos, el contenido calórico aumenta, lo que comporta un aumento de inapetencia para la comida siguiente, mientras que una ingesta habitual de purés industriales de verdura comporta una disminución considerable de la aportación calórica.