El aumento de la esperanza de vida, combinado con la disminución de la tasa de natalidad conduce, irremediablemente, hacia sociedades con una proporción cada vez mayor de personas de edad avanzada. Sin embargo, esas personas que viven más años, también lo hacen con mayor calidad de vida y su estilo y aspiraciones vitales poco tienen que ver con las que imperaban en la sociedad hace unos años. A las personas de esta generación de mayores de 60 no les pesan los años, más bien al contrario, se sienten tan jóvenes y vitales como sus hijos.
La sociedad en general continúa relacionando la vejez y los mayores con la enfermedad, la dependencia y la falta de productividad. Se obvia la experiencia y sabiduría de estas personas y el hecho de que hoy en día es cada vez más habitual hacer frente al envejecimiento de una forma activa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el “envejecimiento activo” como “el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Esta definición no sólo contempla el envejecimiento desde el punto de vista de la atención sanitaria, sino que incorpora todos los factores de las áreas social, económica y cultural que impactan durante el proceso de envejecimiento de las personas.
La jubilación es un período de cambios en el que se pasa de estar activos con el trabajo, con rutinas establecidas, a encontrarse con mucho tiempo libre. Hoy en día, la vejez ofrece un inmenso abanico de posibilidades para disfrutar y mantenerse activos, que redundarán en una mejor salud y calidad de vida.
Mantener y establecer relaciones sociales
Es frecuente que las personas mayores tiendan al aislamiento social a medida que pasan los años. Sin embargo, es precisamente en esta etapa cuando más beneficioso es cultivar las relaciones con otras personas. Existen numerosas actividades culturales y sociales que permiten combinar los beneficios de la actividad cognitiva con los que aportan las relaciones sociales, ya sea manteniendo las que ya tenemos o creando nuevos vínculos. Relacionarse con amigos, familia o compañeras refuerzan la esfera emocional de las personas mayores: ir a misa, acudir al club de jubilados/as, realizar actividades en familia contribuyen a ello, así como excursiones o viajes.
Cursos y actividades culturales
Ampliar conocimientos y adquirir nuevas habilidades participando en cursos o talleres en un ámbito que resulte de nuestro interés mantendrá activa la mente y también facilitará establecer relaciones enriquecedoras con otras personas. Ir a ver un espectáculo, al cine, visitar un museo, asistir a una charla o conferencia, las catas de vinos o experiencias gastronómicas, harán que además de pasarlo bien, se propicie una situación ideal para conocer gente nueva y ser parte de un grupo.
Actividades domésticas
Coser, hacer manualidades, cocinar o cultivar un huerto, son actividades que forman parte del día a día de muchas personas, que ocupan un parte de su tiempo libre y que, además, sirven para mantenerse activo/a.
Participar en entidades sociales, culturales o deportivas
Participar en actividades de grupo, como las que pueden ofrecer entidades como las asociaciones o los clubs deportivos, es otra manera de mantenerse en contacto con otras personas y crear vínculos nuevos, además de una oportunidad de aprender cosas nuevas y ejercitar habilidades como la capacidad de planificación, el razonamiento o la resolución de problemas cotidianos. Involucrarse no solo permite socializar, sino hasta obtener descuentos e información confiable sobre temas de interés.
Viajar y conocer lugares nuevos
¿Quién no has escuchado alguna vez historias sobre los viajes del Imserso? Este es solo un ejemplo de las miles de actividades que pueden tener como público objetivo a las personas mayores. Hoy en día son un grupo importante que consume servicios relacionados con el turismo, pero lo será bastante más y se producirá un cambio cuantitativo y cualitativo. Se pasará de una oferta sencilla, basada en termalismo o turismo de playa, a otra más enfocada al turismo activo y cultural. Cada vez existen más programas turísticos para mayores, desde instituciones públicas, ONGs, clubs de jubilados y empresas de ocio: visitas culturales a ciudades españolas, vacaciones de verano en la costa, rutas etnológicas, conciertos y teatros, viajes que impliquen actividades deportivas de baja o media intensidad, como puede ser el senderismo, etc. Descubrir lugares desconocidos, aunque sean cercanos, o emprender un largo viaje son actividades muy enriquecedoras que ayudan a abrir nuestra mente a nuevos conocimientos, nuevas perspectivas y otras culturas y formas de vida.
Capacitarse y usar las nuevas tecnologías
Teléfonos inteligentes, ordenadores, tabletas... A pesar de los múltiples beneficios que las nuevas tecnologías pueden ofrecer a los mayores, el desconocimiento es muchas veces un obstáculo difícil de salvar. Por eso, además de explicarles las grandes posibilidades que la tecnología les ofrece en su rutina y cómo estas pueden ayudarle, también es importante capacitar a las personas mayores para que entiendan su funcionamiento y hagan uso de las nuevas tecnologías. Además de mejorar la salud y la seguridad de las personas mayores, las nuevas tecnologías son también una gran alternativa para cuidar otros aspectos del día a día e incluso para fortalecer los lazos sociales o hacer ejercicio.
Actividad física
La práctica regular de ejercicio físico, independientemente de la edad, es una inversión en nuestra salud. La actividad física aporta numerosos beneficios y contribuye a prevenir numerosas enfermedades. Además, hacer ejercicio mejora el estado de ánimo, ayuda a reducir el estrés y tiene beneficios directos en el cerebro. Es aconsejable escoger un tipo de actividad física adecuada a las condiciones físicas y de salud (siempre con consejo médico), que apetezcan y motiven, y que de manera progresiva incorporarlas en el día a día. Técnicas como el yoga, el tai-chi o el pilates, cada una con sus particularidades, emplean la respiración, la postura y los estiramientos para trabajar aspectos como la flexibilidad, la tonificación muscular, el equilibrio y la relajación física y mental. Dar paseos en bicicleta es una actividad muy recomendable para las personas mayores, puesto que sus beneficios son muy completos: favorece la salud cardiovascular y repercute positivamente en los músculos y las articulaciones. Por otro lado, caminar a un buen ritmo es uno de los ejercicios más recomendados para mantenerse en buena forma. Si además se camina en la naturaleza se añadirá el placer del paisaje y de la disminución de la contaminación ambiental.
Actividad mental
Cuanto más activas mantengan las personas mayores sus habilidades cognitivas y su capacidad de aprendizaje, disfrutarán de una mente ágil durante más tiempo. Para realizar un trabajo cognitivo son recomendables actividades relacionadas con los medios de comunicación: leer, revistas, el periódico, escuchar la radio o leer un libro. Los juegos de mesa como el dominó, las cartas, el bingo o el parchís, estimulan la agilidad mental y favorecen la participación social. Los pasatiempos y ejercicios de lógica son ejercicios cognitivos que ayudan a mantener activa la mente y potenciarla. Por ejemplo, la sopa de letras permite trabajar la atención y la concentración, los laberintos resultan útiles para trabajar las habilidades de planificación o resolución de problemas y los sudokus ejercitan el cálculo, la lógica, la memoria, la planificación, la paciencia, etcétera. Otros ejemplos de pasatiempos útiles pueden ser los ejercicios para buscar las diferencias entre ilustraciones o las semejanzas entre parejas de imágenes, que trabajan la observación y la memoria.
Labores creativas
Pensar que la creatividad se extingue en la edad adulta es un falso mito. Las personas mayores disponen de más tiempo para la reflexión y el pensamiento creativo. Está demostrado que a través de estas tareas se estimulan las habilidades sociales, cognitivas y motrices. Además, ayudan a mantener la mente y el cuerpo activo. Entre las más usadas están: pintura, ganchillo, punto, puzzles, juegos de mesa, la escritura y los grupos de lectura.