Los coches eléctricos son la novedad en el mundo del automóvil y han sido acogidos con fuerza en el mercado, ya que su utilización se va incrementando día tras día. Sus inicios fueron algo cuestionables, por tener precios muy elevados y muchas limitaciones a la hora de conducirlos.

Sin embargo, les ha bastado tan solo una década para lograr triplicar su alcance y disminuir su coste, consiguiendo que cada vez más conductores formen parte de una comunidad con una movilidad más sostenible.

Conducir coches eléctricos supone una larga lista de ventajas para los conductores que decidan utilizarlos. Emitir cero emisiones en la circulación es una de sus beneficios, pero no es el único. Presentan también costes inferiores a los coches de combustión, beneficios fiscales, una conducción silenciosa y agradable con aparcamiento gratuito en la vía pública.

Asimismo, el número de puntos de recarga eléctrica disponibles están incrementándose día tras día y está comenzando a desarrollarse una infraestructura de postes ultrasonidos, localizados en las autovías y autopistas que posibilitan realizar viajes de larga duración.

Los coches eléctricos no contaminan cuando circulan y, por tanto, apoyan al medio ambiente sin expulsar gases que afecten negativamente a la atmósfera. Son ideales para la circulación diaria por los centros de las grandes ciudades y los alrededores, donde generalmente de concentra la mayor cantidad de solución.

El uso de este tipo de automóviles ofrece además recompensas fiscales debido a que los conductores que reciben la etiqueta Cero de la Dirección general de Tráfico (GTA), no están obligados a pagar los impuestos de matriculación y también pagan menos impuestos de circulación.

Asimismo, el coste del desplazamiento de los coches eléctricos es menor que el de los convencionales. A ello se añade que cuentan en algunos casos con aparcamiento gratuito en la vía pública o de estacionamiento regulado. Y, generalmente, estos vehículos tienden a tener menos averías porque proporcionan un mantenimiento más asequible y menos intenso.

Puntos de recarga

Hace unos años, los puntos de recarga públicos eran más inusuales, pero han ido aumentado día tras día y cada vez se están construyendo más y más, no paran de crecer. De hecho, a parte del aumento de postes urbanos, también se está sumando el incremento de puntos de recarga eléctrica ubicados en estaciones de autopistas, aportando una mayor seguridad al conductor y trayectos de una duración más larga. Además de poder recargar el coche eléctrico en los puntos de recarga públicos, también es posible tenerlo en el propio domicilio, ya que son compatibles con el enchufe de casa.

También ayudan a reducir la contaminación acústica. Y es que estos vehículos no emiten ruido, ni es necesario estar cambiando constantemente de marchas.

Financiación en la compra y ayudas

Los propios fabricantes ofrecen ahora a los conductores unas óptimas condiciones de financiación para la compra de un automóvil eléctrico. De esta manera, se apoya la movilidad sostenible y se facilita la compra de los mismos.

A esto se suman las ayudas a la adquisición. El Plan Moves III, en vigor hasta 2023, cuenta con un presupuesto inicial de 400 millones de euros ampliables a 800.

Las ayudas de este plan van desde los 7.000 euros a los particulares que compren un vehículo eléctrico (5.000 para híbridos enchufables) a los 9.000 para la compra de furgonetas eléctricas y los 1.300 por la compra de una motocicleta eléctrica. En estos casos siempre que el usuario achatarre un vehículo de más de 7 años de antigüedad.