La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha aconsejado a los pacientes con enfermedades reumáticas que, durante la etapa de confinamiento por el Covid-19, tomen el sol durante 10 o 15 minutos al día con la ventana abierta, en caso de que no tengan terraza, ingieran productos con calcio y realicen ejercicio de manera regular.
"Hemos elaborado un decálogo con consejos para pacientes con enfermedades reumáticas, que también son aplicables para la población sana, que contribuyan a mantener unos hábitos de vida saludables ante la situación de confinamiento y paliar así posibles efectos adversos para la salud debidos a dicha situación", han explicado.
Y es que, tal y como han recordado, uno de los efectos del confinamiento es la drástica disminución de exposición al sol, que unido a la deficiencia de vitamina D que existe de base en la población española, puede tener efectos adversos en la salud de las personas y especialmente en los pacientes con enfermedades reumáticas.
Por ello, han destacado la importancia de aprovechar el sol en patios y balcones, incluso durante los días nublados, teniendo en cuenta que el vidrio de las ventanas bloquea la radiación UVB, de manera que disminuye aún más el beneficio que aporta la luz solar en la síntesis de vitamina D.
Así, la recomendación general es una exposición diaria al sol de cara, manos y brazos durante 10-15 minutos, si puede ser, evitando que haya un cristal, es decir, con las ventanas abiertas. No obstante, la organización ha avisado de que se debe tener cuidado de no exponerse en exceso al sol por los problemas cutáneos asociados, como el cáncer y el envejecimiento de la piel.
Si bien es cierto que la fuente principal de vitamina D es la síntesis cutánea a través de la exposición al sol, también lo es que, aunque con mayor dificultad, se pueden adquirir las necesidades diarias de esta vitamina a través de la dieta, incluyendo en ella pescado azul como sardinas, caballa, salmón y atún. Dentro de estos se deberá priorizar los de pequeño tamaño para evitar aquellos que acumulan mercurio.
Asimismo, la organización ha comentado que existen en el mercado alimentos enriquecidos con vitamina D, como son algunos lácteos, margarinas o cereales, que sería recomendable incorporar a la dieta. La yema de huevo, el hígado de ternera o los champiñones son alimentos que también presentan vitamina D, aunque en menor proporción.
Del mismo modo, y para asegurarse una buena salud ósea en adultos la SER ha destacado la necesidad de consumir un gramo de calcio al día, recordando que, dentro de los quesos, los curados tienen mayor contenido en calcio y los lácteos desnatados o semidesnatados tienen la misma proporción de calcio que si son enteros.
Al margen de los lácteos, hay otros alimentos que contribuyen a cubrir las necesidades de calcio al día, como son: las verduras de hoja verde (brócoli, kale, berros o espinacas), los frutos secos (almendras, avellanas o nueces), legumbres (especialmente garbanzos y judías blancas), pescados (sobre todo sardinas en lata con espinas), higos secos, semillas de sésamo y tofu.
Además de lo mencionado en los puntos anteriores, ha aconsejado tener una ingesta adecuada de proteínas, tanto para la salud ósea como para mantener la masa muscular. "Se ha demostrado que la dieta mediterránea puede tener un efecto protector por sus propiedades antiinflamatorias, por su capacidad antioxidante, y por su efecto sobre la obesidad y el síndrome metabólico. En general se recomienda una dieta sana, evitando las grasas saturadas y dando prioridad, por ejemplo, al aceite de oliva para cocinar, incluyendo también frutas y vegetales que contienen vitaminas (especialmente B y K) y minerales esenciales, como el magnesio o el zinc", ha apostillado.
Además de mantener la salud articular y muscular, la práctica de ejercicio físico contribuye al bienestar emocional, ayudando a reducir la ansiedad y mejorando la calidad del sueño. Por ello, la SER ha aconsejado realizar entre 20 y 30 minutos diarios de actividad física continuada, siempre adaptada a las condiciones de cada persona y atendiendo a las limitaciones ocasionadas por la patología reumática, en caso de que las haya.
En este sentido, los ejercicios más recomendados son los de estiramiento, isométricos y los de extensión de la columna para fortalecer la parte superior de la espalda, evitando los ejercicios de alto impacto y los que impliquen flexión y torsión extrema del tronco o cargas excesivas de peso. Además, especialmente en las personas mayores se recomiendan ejercicios suaves dirigidos a mejorar el equilibrio, como el Tai Chi, que ayuden a minimizar el riesgo de caídas.
Buena hidratación y dejar de fumar
Para garantizar un buen estado de salud es esencial mantener una hidratación adecuada y constante, por lo que aconseja beber, al menos, ocho vasos de agua al día, lo que equivale a un 1,5 o 2 litros, y se deben evitar las bebidas que contengan excitantes como la cafeína, así como bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas.
La SER ha advertido también de que ya se ha demostrado que el tabaquismo puede predisponer a padecer enfermedades reumáticas y agravarlas, tanto las patologías de hueso, como las autoinmunes sistémicas, por lo que recomienda no fumar.
Otros consejos aportados por la organización para los pacientes con enfermedades reumáticas pasan por hablar con personas de confianza y compartir sentimientos, emociones o preocupaciones, y se trate de mantener un contacto regular con otras personas a través del teléfono o de herramientas que permiten enviar mensajes o realizar videollamadas.
"Las personas que padecen una enfermedad crónica, como las patologías reumáticas, están acostumbradas a cuidarse para convivir con su enfermedad. A estas acciones habituales, dada la situación ocasionada por la pandemia de Covid-19, deben añadir las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias a la población general para evitar el contagio por coronavirus. Es importante no descuidar la medicación habitual ni tomar decisiones unilaterales sobre la misma", ha apostillado.
Finalmente, la organización ha destacado la importancia de mantenerse informado sobre la pandemia y las recomendaciones de las autoridades, pero hay que hacerlo a través de fuentes fiables, para evitar bulos e informaciones falsas, y por un tiempo limitado, ya que la sobrexposición a la información podría generar estados de agitación, angustia o malestar.