Las expectativas que los Oscar habían creado durante semanas sobre la fórmula con la que esquivarían la pandemia no se reflejaron en una gala con poco ritmo, que mantuvo su formato habitual en miniatura y en la que destacaron encendidas protestas raciales.

Los productores habían prometido una ceremonia que sería como una película en directo, pero el único momento cinematográfico en sus casi cuatro horas de emisión fue el largo plano secuencia de Regina King entrando en Union Station, la estación central de Los Ángeles, que sirvió como sede alternativa.

El cambio de escenario y su reducido aforo de 170 invitados, en lugar de los más de 3.000 que acogía cada año el Dolby Theatre de Hollywood, fueron las únicas pistas que indicaron que eran los Óscar del coronavirus. Todo lo demás se mantuvo como una gala habitual: Apenas se vieron mascarillas, hubo muchos abrazos y los aplausos sonaron mientras los ganadores subían a recoger la estatuilla en lugar de sonreír por una videollamada.

Ese fue el gran objetivo de Steven Soderbergh, el cineasta escogido por la Academia de Hollywood para levantar una gala tan medida y estructurada que dejó muy poco espacio a la espontaneidad.

EL PERREO DE GLENN CLOSE

El momento de la gala que más carcajadas provocó estuvo protagonizado por Glenn Close. La veterana actriz de 74 años estaba nominada por octava vez al Óscar, pero volvió a quedarse sin estatuilla. Sin embargo, la diva no perdió el buen humor.

Lil Rel Howery realizaba una ronda entre los nominados sobre música cuando se acercó a Close. La música sonó y la actriz no solo conocía el ritmo de Da Butt, la canción que Spike Lee popularizó en su película School Daze a finales de los 80, sino que también se animó a bailarla sin ningún complejo.

ENCANTADA SEÑOR PITT

El público también se rindió ante el discurso de Yuh-Jung Youn, ganadora del premio a la mejor actriz de reparto por "Minari".Nada más llegar al escenario lo primero que dijo la surcoreana de 73 años era que estaba "encantada" de conocer por fin a Brad Pitt, el encargado de entregar ese galardón, aunque hubiera pronunciado mal su nombre. "Pero esta noche estáis todos perdonados", aseguró.

Antes, la madre de Daniel Kaluuya protagonizó uno de los mejores planos de toda la noche mientras su hijo recogía el premio al mejor actor de reparto."Estamos respirando, estamos caminando. La vida es increíble. Como mi mamá y mi papá, tuvieron sexo, ¡es genial! Estoy aquí. Estoy tan feliz de estar vivo y lo celebraré esta noche", relató mientras ella escuchaba con expresión de no entender absolutamente nada del discurso.

EL AULLIDO DE FRANCES MCDORMAND

Frances McDormand también dejó sin palabras a los espectadores tras arrebatarse con un aullido de lobo al recoger el galardón a mejor actriz por "Nomadland": "Un día muy muy pronto, llevad a todos los que conocéis a un cine, hombro con hombro en ese espacio oscuro. Y ved todas las películas que están representadas aquí hoy", pidió antes. Fue una de las pocas menciones a la pandemia que tanto daño ha hecho a los cines en todo el mundo.

LOS ÓSCAR NO OLVIDAN LA VIOLENCIA POLICIAL

Regina King fue el primer rostro que apareció en la ceremonia de los Óscar y apenas tardó unos minutos en recordar la violencia policial que sufre EE.UU., algo que retomaron Travon Free, Tyler Perry, H.E.R. y otros ganadores.

"Ha sido un año tremendo, y eso que estamos justo en el medio. Y debo ser honesta: si las cosas llegan a salir de forma diferente en Mineápolis la semana pasada, tal vez habría cambiado mis tacones por botas de protesta", afirmó King sobre el juicio la policía que mató a George Floyd.

Perry, que recibió el premio humanitario Jean Hershol, recordó sus humildes orígenes, mencionó su etapa como sintecho y destacó la gran lección que aprendió de su madre, una mujer del sur que creció bajo durísimas condiciones en Misisipi.

"Ella me enseñó a rechazar el odio y los juicios generales", indicó extrapolando esa enseñanza a lo que se aprecia hoy en día en redes sociales. La lucha por incrementar la diversidad en Hollywood fue una constante en unos premios que en lugar de criticarse en redes sociales por ser demasiado blancos (#Oscarssowhite), algunos afearon que fueran tan concienciados (#Oscarssowoke).

Pero aunque Cranston dijera que el año que viene todo volverá a la normalidad, algunos cambios han llegado para quedarse.

LENGUAJE DE SIGNOS

La lengua de signos también tuvo su hueco en la gala de los Óscar. La actriz sorda y ganadora del Oscar en 1986 por Hijos de un dios menor, Marlee Matlin , entregó tres Oscar empleando el lenguaje de signos con un traductor simultáneo a su lado. Traductor vocal que también participó cuando Bon Joon Ho entregó a la estatuilla a mejor directoraen coreano.

LAS LÁGRIMAS DE VINTERBERG

El momento emotivo de la noche lo pusó el director danés Thomas Vinterberg quien no pudo contener las lágrimas al recoger el premio a la mejor película extranjera por "Otra ronda".

"Ida, esto ha sido un milagro y tú eres parte de ese milagro", afirmó el cineasta en recuerdo a su hija, fallecida tan solo cuatro días antes de que diera comienzo el rodaje de la película en la que estaba previsto que la fallecida tuviera un papel destacado.