“La agenda internacional es parte sustancial y sustantiva de la agenda vasca”, así define el lehendakari la importancia que concede a la acción exterior del Gobierno vasco de cara a la presente legislatura. Desde que accedió al cargo a mediados de 2024 Imanol Pradales no ha dejado de mimar su agenda exterior y acumula ya media docena de viajes oficiales, la mayoría a Europa, pero también a Estados Unidos, en dos ocasiones. Es consciente de que la partida de Euskadi también se juega, cada vez más, en Europa y el mundo y no piensa perder el vuelo.
El lehendakari sigue los pasos de su predecesor en el cargo durante tres legislaturas consecutivas, Iñigo Urkullu, cuyo pasaporte llevaba impresos los sellos, entre otros, de Estados Unidos, Quebec, México, Alemania, Japón, Colombia, Gales, Córcega o Ciudad de Vaticano. De momento, los viajes oficiales de Pradales le han llevado a Luxemburgo, Bruselas, Estados Unidos, París y Canarias, destinos en los que ha desplegado una intensa actividad diplomática.
La agenda internacional de Pradales tiene como pilares el refuerzo de la presencia vasca en el mundo, la puesta en marcha de la Macrorregión Atlántica, el establecimiento de relaciones institucionales, económicas, industriales y culturales con otros países, y el impulso de los lazos con la comunidad vasca en la diáspora, además de impulsar la presencia de las instituciones vascas en los foros europeos donde se toman decisiones de interés que afectan a Euskadi.
Pradales tiene claro que es inevitable vincular el futuro de Euskadi como país al devenir de los acontecimientos a nivel global. Euskadi es hoy más dependiente del contexto internacional de lo que ha sido nunca. Y lo es en todos los órdenes de la vida.
Su primer viaje oficial fue a finales de 2024 a Luxemburgo y Bruselas, donde mantuvo encuentros con representantes de las instituciones europeas como la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, o la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. En su cuaderno de bitácora el lehendakari tenía bien marcados tres objetivos para su primer destino: defender en las instituciones europeas la creación de la Macrorregión del Arco Atlántico, la oficialidad del euskera en las instituciones europeas y el papel de Euskadi como actor clave en el sector industrial.
Tras su estreno viajero como lehendakari, no tardaría mucho en volver a subirse al avión. A finales de enero de 2025 voló de nuevo a Bruselas donde se reunió con la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, y también con el comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, una de las figuras claves en lo relacionado con el proyecto de la alta velocidad ferroviaria vasca. También se reunió con el vicepresidente del Parlamento Europeo para avanzar en la propuesta sobre el uso del euskera en los plenos de la Eurocámara.
EEUU
En la segunda semana de marzo, Pradales y su equipo tomaron rumbo a los Estados Unidos. El contexto de este viaje no era el más propicio para visitar el país con un Trump desmelenado y haciendo y deshaciendo a sus anchas en todo el planeta. Eran momentos convulsos –siguen siéndolo–, con sacudidas abruptas y estrafalarias del presidente de los Estados Unidos, con la inquietante 'manu militari' de Vladimir Putin y con la barbarie genocida de Benjamin Netanyahu, que han puesto patas arriba el orden internacional y ha tirado por la borda todo atisbo de multilateralidad. La unilateralidad, la inestabilidad y la incertidumbre son ahora moneda corriente en un ambiente generalizado de polarización y crispación social, política e institucional, con implicaciones también económicas con tensiones en los aranceles impuestos discrecionalmente por el presidente de los EE.UU.
En este ambiente aterrizó Pradales en suelo norteamericano con el objetivo de fortalecer la relación transatlántica de Euskadi. En Washington, no muy lejos de la Casa Blanca, no se guardó nada y sacó su versión más política y comprometida. Reivindicó la democracia, la paz, la igualdad y la justicia social, valores que considera comparte con el pueblo estadounidense, pero no se cortó en afirmar que “Estados Unidos es mucho más que Trump y sus delirios imperiales y expansionistas”.
Durante su intervención ante la comunidad vasca en la capital estadounidense, Pradales remarcó la importancia de los acuerdos internacionales y el multilateralismo frente al “proteccionismo salvaje” y abogó por el bien colectivo ante “la Ley del Oeste”. Por el contrario, su viaje buscaba “nuevas alianzas políticas, económicas y sociales que “refuercen nuestros intereses comunes”. El jefe del Ejecutivo vasco se reunió con representantes del Congreso estadounidense como John Garamendi, del Partido Demócrata, y James E. Risch, del partido Republicano, con quienes analizó cómo las nuevas políticas de la Administración Trump podrían afectar a Euskadi.
Su siguiente viaje oficial también fue a Estados Unidos, apenas tres meses después de haber cruzado el Atlántico, a finales de julio, pero en esta ocasión el tenor de la visita era más simbólico. Se sumergió en el Jaialdi de Boise, el mayor encuentro de la diáspora vasca, en una visita concebida además para reforzar las relaciones institucionales con las autoridades del estado de Idaho y de la ciudad de Boise y también para expresar el reconocimiento y apoyo del Gobierno vasco a la comunidad vasca en Estados Unidos, que durante generaciones ha actuado como embajadora natural de la cultura y los valores de Euskadi.
El pasado septiembre, en medio de la tormenta política por la gestión de la inmigración, el lehendakari viajó a Canarias para reunirse con su presidente, Fernando Clavijo, y alinear sus posiciones en torno a este tema. Ambos coinciden en que el Gobierno español debe implementar un “plan integral” para la gestión del drama migratorio.
Los dos últimos viajes de Pradales han tenido como destino Francia. El primero, a mediados del pasado noviembre, le llevó a París para reforzar las relaciones institucionales y culturales con el país galo a través de reuniones con responsables políticos y culturales. Entre ellos, la ministra delegada para el Mar y la Pesca, Catherine Chabaud con quien compartió argumentos de cara a materializar la creación de la Macrorregión Atlántica. Fue la primera vez que un lehendakari se reúne presencialmente con un ministro francés.
LOS VIAJES DE PRADALES
Luxemburgo/Bruselas. En diciembre de 2024 se reunió con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
Bruselas. En enero de 2025 se reunió con el comisario europeo de Transportes para abordar la cuestión del TAV.
Washington. En marzo de 2025, se reunió con representantes políticos e institucionales de EE.UU.
Boise. En julio de 2025, visitó de nuevo el país para reforzar lazos con el estado de Idaho.
Canarias. En septiembre de 2025, se reunió con el presidente canario, Fernando Clavijo.
París. El pasado noviembre se reunió con la ministra del Mar y la Pesca.
Burdeos. Este mes se ha reunido con el coordinador de la red transeuropea para impulsar el corredor ferroviario.
Conexión del TAV
Casi un mes después, el lehendakari regresó a suelo francés, pero esta vez más al suroeste, en Burdeos, donde se reunió con François Bausch, coordinador europeo del corredor atlántico y hombre de confianza del comisario europeo de Transportes, y Alain Rousset, presidente de Nueva Aquitania. Pradales refrendó el compromiso de Europa con la conexión del TAV entre Irun y París y avisó de que es momento de “presionar e impulsar a los Estados francés y español para que “hagan lo que tienen que hacer” con respecto al desarrollo de la alta velocidad ferroviaria.
Pradales ha hecho de la agenda internacional una de las señas de identidad de su mandato. Lo ha puesto en práctica con profusión a través de sus viajes oficiales a otros países. Curiosamente, su mayor impacto diplomático le ha venido regalado en los últimos días con la visita del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, a Gernika para honrar tributo a las víctimas del bombardeo y pedir perdón por el ataque aéreo sobre la villa. Ha sido el viaje más relevante a Euskadi de una autoridad internacional. l