El ex líder de los socialistas madrileños Juan Lobato ha asegurado este miércoles que el 'pantallazo' del correo electrónico donde la defensa de Alberto González Amador -novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso- ofrecía confesar a cambio de un pacto con Fiscalía no le llegó a través de la institución pero que preguntó si era así por "prudencia", porque pensó que podía interpretarse así.

Lobato ha inaugurado la ronda de testificales de la tercera jornada del juicio que se celebra en el Tribunal Supremo (TS) contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por, supuestamente, haber filtrado la noche del 13 de marzo de 2024 a la Cadena SER el 'email' que Carlos Neira, el abogado de González Amador en la causa por delitos fiscales, envió el 2 de febrero de ese año a la Fiscalía ofreciendo que su cliente reconociera dichos ilícitos a cambio de llegar un acuerdo con el que evitara la cárcel.

El interrogatorio a Lobato, que apenas ha durado una hora, se ha centrado en los mensajes de WhatsApp que se intercambió en la mañana del 14 de marzo con Pilar Sánchez Acera, entonces asesora de Moncloa, después de que esta le mandara a las 8:29 horas de ese día el 'pantallazo' de dicho correo electrónico.

"Cuidado con los datos personales", le advirtió Sánchez Acera. Minutos después, insistió a Lobato: "Sácasela en la pregunta (...) Un quién miente señora Ayuso, usted o su novia?".

El entonces dirigente madrileño preguntó a Sánchez Acera si la carta se había publicado en "algún sitio". "La carta cómo la tenemos", añadió, a lo que ésta contestó: "Porque llega, la tienen los medios".

No obstante, Lobato incidió en que necesitaba saber de dónde salía el correo para que, como reclamaba ella, pudiera usarlo en la sesión de control de ese día en la Asamblea de Madrid. "Porq sino parece q me la ha dado Fiscalía", apostilló el aún senador socialista.

A preguntas de la abogada del Estado Consuelo Castro, que ejerce la defensa de García Ortiz, Lobato ha negado que esa imagen le llegara de "alguien de la Fiscalía". "En absoluto", ha aseverado.

Sin embargo, la acusación particular que ejerce González Amador ha querido saber por qué replicó a Sánchez Acera que, si no le decía de dónde venía, podía parecer que procedía de Fiscalía, preguntando directamente si es que sospechaba que era así.

"Si es que yo no puedo decir que tuviera sospechas. Yo lo que tenía es prudencia porque yo sé interpretar, ya después de unos años en política, lo que puede suponer una cosa u otra. Y, en ese caso, veía que no era prudente esa vía de actuación", ha expuesto.   

"Bueno, era la pareja de Ayuso"

Lobato ha explicado, ante la incidencia de la acusación particular, que Sánchez Acera se dirigió a él en calidad de alto cargo del PSOE de Madrid porque el caso contra González Amador era "el tema del día".

"Era objeto del debate político del día, yo diría que a nivel nacional porque fue objeto de debate en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, así que, lógicamente, era el tema del día", ha ilustrado.

En este punto, el abogado del empresario, Gabriel Ramos, ha querido saber si en realidad "el tema del día" era González Amador. "No, Isabel Díaz Ayuso", ha contestado Lobato. "¿Podemos decir que los dos?, ¿lo dejamos en tablas", ha vuelto el letrado, a lo que él ha respondido: "Bueno, era la pareja de Ayuso".

En todo caso, el ex dirigente socialista ha enfatizado que no recibía "indicaciones" ni de Sánchez Acera ni del entonces secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallés, con quien también habló esa mañana.

Cabe recordar que el instructor, Ángel Hurtado, llegó a asegurar que en Fiscalía General recibieron órdenes de Moncloa para filtrar la información relativa a González Amador. La Sala de Apelación corrigió al magistrado al considerar que dicha afirmación "no ha sido acreditada con suficiencia", dejando fuera de la causa esas supuestas instrucciones del Gobierno.   

"No tenía claro su origen"

Lobato ha explicado que si se dirigió a ambos, tras recibir el 'pantallazo' de Sánchez Acera, fue para saber "de dónde venía ese documento". A ella, porque era quien se lo había facilitado. Y a él, porque era quien mejor podía saber lo que se había publicado en prensa.

El otrora secretario general del PSOE de Madrid ha reconocido que al recibir la imagen se puso en alerta porque, "como técnico de Hacienda", sabía que si su origen no estaba "certificado" era "mejor no utilizarlo". "Primero, esto no tiene fecha; segundo, de dónde viene. Ya mi sensación era que eso no...", ha detallado.

Con todo, ha reivindicado que intentó cerciorarse de que podía utilizarlo porque "no tenía claro su origen" y solo estaba dispuesto a exhibirlo en la Asamblea de Madrid, como arma política, si era "legítimo".

A este respecto, ha manifestado que, si acudió al notario para protocolizar sus 'whatsapp' de esa mañana, fue porque, tras tener conocimiento de que había un procedimiento judicial, le guió ese mismo "criterio de prudencia".

Quería "acreditar que había dos documentos distintos: uno el que yo recibo, documento A, y otro el que se publica en los medios, documento B. Y que yo, en todo caso, en el Pleno de la Asamblea de Madrid utilizó siempre el documento B, y no el documento A", ha destacado.

En la misma línea, ha comentado que su entonces jefe de gabinete, David del Campo, le recomendó no usarlo sin saber su procedencia dándole "un sabio consejo político". "Que es: 'Ten perspectiva y no te metas en los temas del día a día', que es algo que yo siempre he intentado hacer", ha remachado.