El exlider de Podemos y exvicepresidente del Gobierno español, Pablo Iglesias, ha retado a otras fuerzas de izquierda, en clara referencia a IU y Sumar, a que si quieren demostrar "vocación de unidad" sumen sus diputados a las exigencias de Podemos para "doblarle la mano" al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y conseguir así romper las relaciones con Israel y bajar por ley los alquileres.

También ha asegurado que "llama la atención" algunos profieran ahora muchos mensajes apelando a la unidad "a la vista del fracaso" del proyecto político que estaba "diseñado para hacer desaparecer a Podemos", en alusión a Sumar.

Iglesias se ha expresado en estos términos durante su participación en una de las mesas de debate de la 'Uni de otoño' de Podemos, el foro de rearme ideológico de la formación morada, con el telón de fondo de la posición del líder de IU, Antonio Maíllo, quien este fin de semana ha apostado por lograr candidatura única en la izquierda de cara al próximo ciclo electora con sin "vetos y con "todos dentro", incluido Podemos tras la ruptura con Sumar.

En este sentido, Iglesias ha ensalzado la postura de la líder de la formación, Ione Belarra, que este sábado en este mismo evento elevó en tono ante el Gobierno y condicionó el apoyo de los cuatro diputados morados al Ejecutivo a romper relaciones diplomáticas con Israel y bajar los alquileres.

"Quieren construir unidad, pues que se unan a los cuatro diputados de Podemos y al resto de diputados de izquierdas que tienen la fuerza suficiente para doblarle la mano al presidente. Y ahí es donde va a poder verse si hay o no hay voluntad unitaria", ha exclamado el también exlíder de la formación morada.   

"Malmenorismo"

Iglesias ha señalado que todos los diputados izquierda tienen la oportunidad de respaldar una exigencia "muy sencilla" y donde hay consenso en la sociedad, dado que todo el mundo quieren que bajen los alquileres y que el Estado "haga algo de verdad", no solamente "gestos", ante el "genocidio" que perpetra el Gobierno israelí al pueblo palestino. Y ha enfatizado que otros países ya han demostrado que se pueden romper relaciones con Israel, como el caso de Colombia.

No obstante, ha reconocido que sospecha que la respuesta ante la posición de Podemos va a ser el "malmenorismo", el apelar simplemente al miedo a que la ultraderecha gobierne sin exigir al PSOE, y ha apelado a los miembros del partido no caigan en "las peleas internas", dado que eso ya está "a la izquierda de siempre".   

Hacer valer sus votos

A su vez, Iglesias ha confrontado que se ha aprobado una ley de Amnistía "exclusivamente" porque Sánchez necesitaba los votos de Junts, que ha usado sus votos para lograr ese objetivo político "legítimo" y que el PSOE rechazaba hasta que tuvo la "necesidad política" del apoyo de los neoconvergentes a su investidura.

Por ello, ha destacado que la postura de Belarra de poner condiciones a Sánchez para su apoyo "es extremadamente importante", dado que en política no solo basta "tener razón" sino que además tiene la determinación de usar el poder de sus votos, como hace Junts, para lograr medidas que son demandadas por la sociedad.

Incluso ha desgranado que esa postura es el motivo de que el PSOE no quisiera a Podemos de nuevo en el Gobierno o llegar a plantear que "desde fuera" de la formación se intentara elegir a su representante en el Ejecutivo de coalición, evocando cuando la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, propuso al exdirigente Nacho Álvarez como posible ministro, en vez de la exministra Irene Montero como quería Belarra.

Luego, el exvicepresidente ha recetado a otras fuerzas política que antes de hacer apelaciones a la unidad, deben dejar "bien claro" con "quién se está" y si se van a atrever a decir, por ejemplo, los "nombres propios del poder de la corrupción y el lawfare en España" que atacaban a Podemos, algo que fue utilizado por cierta izquierda para "ganar posiciones".   

Operación judicial contra Podemos

Por otro lado y en un plano más teórico, Iglesias ha apuntado que hay que aprender de la derecha en determinadas cuestiones, pues tiene claro que la política es una "batalla ideológica" y la democracia liberal una cuestión de lucha de correlación de fuerzas. Y por ello tienen "clarísimo" que deben tener la mayoría de jueces, de grandes empresas y de medios de comunicación, con la capacidad de "coptar ideológicamente" a dirigentes de izquierda.

Al hilo, se ha preguntado si los sindicatos, algunos con más de un millón de afiliados, no podían haber impulsados medios de comunicación o crear escuelas para la formación de jueces progresistas.

Por otro lado, Iglesias ha señalado que la formación morada se siente "hija de América Latina", dado que aprendieron a hacer política mirando las experiencias latinoamericanas como en Argentina y Colombia, que forman parte del "ADN político" de los morados.

"Eso es algo que no nos han perdonado nunca en este país, que nos gusten más los presidentes y presidentas democráticos de América Latina que los reyes españoles. Pero los vamos a seguir prefiriendo", ha exclamado el exlíder de Podemos.

A su vez, ha denunciado que las derechas cuando se produce una correlación de fuerzas en favor de las mayorías sociales, éstas dejan de ser "democráticas" y asumen que hay que dar la pelea no solo electoralmente sino también desde sus "operadores políticos dentro del Estado", activando a cargos afines en altas instancias judiciales, policiales y en los sectores económicos y mediáticos.

Por ejemplo, ha citado que cuando irrumpió Podemos se les calificó de "extrema izquierda", pese a ir a las primeras elecciones con un programa que podía definirse como "socialdemócrata" y les consideraron un "peligro".

E Iglesias ha sostenido que por ello hubo "operadores judiciales", nombrando específicamente al exmagistrado Manuel García Castellón y al juez Juan José Escalonilla, que se "extralimitaron" en el uso del derecho para lanzar "investigaciones prospectivas" contra Podemos, que enmarca en la práctica del 'lawfare'.