El fantasma del bloqueo se ha instalado en el nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Una semana después de constituirse tras cinco años en funciones, ninguno de los siete candidatos a presidir este órgano, y a su vez el Tribunal Supremo, ha logrado la mayoría necesaria por parte de los veinte vocales que lo integran, 10 elegidos por el PP y 10 por el PSOE.

El lunes han sido convocados a votar de nuevo con escasas posibilidades de acuerdo. Tras una decena de votaciones, esta semana quedaban descartados cinco de los siete candidatos, todos ellos magistrados del Tribunal Supremo.

Solo dos lograron empatar, uno de ellos una mujer (Pilar Teso), que de haber sido elegida se habría convertido en la primera en presidir el Poder Judicial.

Y ahí surge la disputa. En la última votación del pasado miércoles, y al igual que en la del día anterior, los diez vocales designados por el PSOE apostaron por Teso como nueva presidenta, mientras que los elegidos por parte del PP se decantaron por otro magistrado, también de carácter progresista, Pablo Lucas.

En ese punto, ya ninguno quiso ceder para romper el empate, y mientras los vocales progresistas defendieron la "oportunidad histórica" de elegir por primera vez a una mujer presidenta para tratar de captar votos del bloque conservador, sus vocales rechazaron apoyarla porque no les convence esta candidata.

Entienden estos vocales, según fuentes consultadas por EFE, que su cesión ya ha sido apoyar a un candidato de carácter progresista y ven como una imposición el tener que decantarse por un determinado candidato solo con el argumento de que es mujer.

Por eso, y según las normas que rigen esta votación, al no haber llegado a un acuerdo entre esos dos candidatos, los vocales decidieron el pasado miércoles posponer el pleno y retomarlo este lunes con esas mismas siete candidaturas de nuevo encima de la mesa.

Los siete magistrados propuestos son, además de Teso y Lucas, Esperanza Córdoba, Ángeles Huet, Antonio del Moral, Ana Ferrer y Carmen Lamela, estos tres últimos intervinieron en procedimientos del "procés".

De persistir el estancamiento en la elección del presidente, que se convertiría además en el vocal número 21, esas siete candidaturas ya no se pueden cambiar pese a que no logren concitar el consenso y obtener la mayoría reforzada de doce votos exigida para ser elegido presidente.

Pese a ello, las posiciones de ambos bloques parecen hasta el momento inamovibles, si bien los vocales del bloque progresista se plantean abrir el debate a otras candidaturas que se fueron descartando hasta que quedaron finalistas Teso y Lucas y así tratar de acabar con este nuevo bloqueo, según las fuentes consultadas.

A lo que no parecen dispuestos es a renunciar a que sea una mujer la que presida el poder judicial, como reclaman también desde las asociaciones progresistas como Jueces y Juezas para la Democracia (JJpD) o la Asociación Mujeres Juezas de España (AMJE), que reivindican una presidenta al considerar que la mujer está infrarrepresentada en la cúpula judicial con casi el 60 % de la carrera judicial.

De las cinco mujeres propuestas, solo dos son consideradas de carácter progresista: Pilar Teso y Ana Ferrer, con lo que sería la única a la que podrían proponer como candidata de consenso y que cumpliese el objetivo de que sea una mujer la elegida.

Pese a estas diferencias y a que no ha habido avances en las negociaciones en los últimos días, los vocales tienen aún el fin de semana por delante, e incluso la reanudación del pleno, para tratar de pactar un candidato, si bien parece muy improbable que haya acuerdo de persistir ambos bloques en sus posiciones iniciales.

La reunión del lunes puede acabar por tanto como las anteriores y algunas fuentes no descartan que se pueda prolongar esta situación hasta septiembre, un mes delicado para el poder judicial, dado que el día 5 está prevista la tradicional ceremonia de apertura del año judicial.