Las reticencias de Moncloa a la financiación a la vasca que propone Pere Aragonès para Catalunya no preocupa en exceso al president, en tanto que de los avances hacia la obtención de un Concierto Económico dependerá que Esquerra mantenga el respaldo al Gobierno de Pedro Sánchez. “Si la amnistía ha sido posible, esto también lo será”, ha vaticinado el Jefe del Govern pese al rechazo del Ejecutivo español, que apuesta por una negociación conjunta con todas las comunidades y apela a la solidaridad territorial, y de las federaciones socialistas a lo largo y ancho del Estado, que no ven con buenos ojos las intenciones del dirigente republicano. “Cuando dicen que el Concierto es imposible, les recuerdo que la amnistía ya es constitucional y antes no lo era, de modo que somos más creíbles nosotros”, ha considerado Aragonès en un desayuno informativo en Madrid, donde citó otros hitos conquistados, como la mesa de diálogo o la derogación de la sedición. Y además, ha puntualizado, “debemos aprovechar nuestra capacidad de influencia actual y el compromiso del Gobierno del Estado de abordar esta negociación como se firmó en los acuerdos de investidura”, porque es el líder del PSOE quien necesita a ERC y no al revés.

“Tenemos tres años. En este mandato serán muchas las votaciones en las que serán necesarios nuestros votos. El presidente Sánchez se comprometió en su investidura a abordar esta negociación, tendrá que cumplir los pactos de investidura. Si lo hace, podrá haber nuevos acuerdos”, ha avisado, apoyando en datos la necesidad catalana de contar con un sistema como el de la CAV y Nafarroa, y que prevé una partida para “contribuir a la equidad entre territorios”, pero mediante un mecanismo “limitado en el tiempo”, lo que podría suponer que durante cierto periodo no se hiciera realidad el cupo para compensar el déficit fiscal “que sufren los ciudadanos de Catalunya”. La consecución de este objetivo sería “un paso más en el fin del conflicto”, ha subrayado Aragonès, que no relega tampoco el propósito del referéndum y su disposición a “pactar las condiciones bajo las cuales consideraríamos asumible el resultado”.

Bilateralidad

El president ha entrado de lleno en campaña a lomos de su oferta de sistema fiscal. “Nos dirán que es imposible, será la respuesta del Gobierno del Estado, del PP o Vox, de esos barones del PSOE que nunca fallan, movidos por el temor a que España se rompe. Pero en Catalunya no entendemos de imposibles”, ha recalcado, apostando por la bilateralidad: “No voy a negociar con otros territorios y no voy a aceptar que se condicione por parte de otros territorios”. Aragonés ha censurado el modelo de Isabel Díaz Ayuso, en el que el “dumping fiscal es motivo de orgullo”, y tacha de “insulto” las palabras de la ministra María Jesús Montero sobre que Catalunya “nunca tuvo más recursos que con el Gobierno progresista”. “¿De dónde viene el dinero de la Generalitat? ¿Del bolsillo de la ministra? Somos los terceros en aportar y los decimocuartos en recibir. Catalunya paga cada año 52.000 millones de euros en impuestos y solo 25.000 van a la Generalitat”.

El partido de Alberto Núñez Feijóo, que gobierna en 11 de las 17 autonomías, ya ha dejado claro que no está por la labor. Tampoco las territoriales socialistas, incluido el PSC, al que el líder de ERC ha demandado que se sume “a la defensa de los intereses de Catalunya y deje de plegarse a los del Estado”. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, presente en el acto, ha respondido que el Ejecutivo se halla “abierto a un nuevo modelo de financiación” pero negociado con todas las comunidades autónomas. La líder de los comunes Jéssica Albiach ha calificado el plan de “electoralista”. “Tenemos un sistema caducado desde hace más de cinco años. Yo creo que lo que presentan ahora no deja de ser una propuesta electoral”, ha reprochado, matizando que la reforma de la financiación “no puede ser una propuesta de partido, debe ser una propuesta de país”. El PSOE de Aragón, Cantabria o Castilla-La Mancha también se ha opuesto porque lo califica como un “agravio”.