Un total de 35.548 afiliados de los 66.949 que tiene Vox, lo que supone el 53% de su militancia, podrá votar en el proceso para elegir al presidente de la formación en la Asamblea General Extraordinaria del 27 de enero, pero el resto quedará excluido del proceso al no estar al corriente de pago, no tener una antigüedad superior a nueve meses o ser objeto de sanción administrativa.

Además, y según consta en los datos que maneja el Comité Electoral para este proceso electoral, 32.690 de esos 35.548 afiliados pueden otorgar avales al ser afiliados al corriente de pago y con una antigüedad superior a nueve meses. Dado que el censo se cerró a fecha del 31 de diciembre de 2023, estos son los que se afiliaron al partido como muy tarde el 31 de marzo de 2023.

Así, los candidatos a la presidencia de Vox deben presentar 3.269 avales en total, dado que los estatutos del partido establecen que los postulantes han de recabar el 10% de los apoyos de los afiliados de pleno derecho.   

NO SON BAJAS, SINO IMPAGOS

El resto de afiliados, según explica el Comité Electoral, no forma parte del censo electoral al no poder participar en el proceso electoral por recaer sobre ellos alguna incidencia, ya sea de carácter económico o administrativo. Fuentes de la dirección de Vox destacan a Europa Press que el partido no ha perdido afiliados, sino que se ha registrado un aumento de los impagos de las cuotas.

En la Asamblea General Extraordinaria, Santiago Abascal presumiblemente renovará su liderazgo ante la ausencia de otros candidatos, precisamente porque el adelanto de la fecha del congreso interno, inicialmente previsto para marzo, hace prácticamente que algún postulante tenga tiempo para recabar los apoyos necesarios.

En la última Asamblea, Abascal no tuvo contrincantes, puesto que el otro candidato no logró los avales requeridos, y fue reelegido sin oposición.