La presidencia española del Consejo de la UE considera que otorgar el estatus de lengua oficial europea al euskera, al catalán y al gallego va a servir para "acercar la Unión a los ciudadanos", según dijo este miércoles el secretario de Estado en funciones para la UE, Pascual Navarro.

Durante un debate en el Comité Europeo de las Regiones (CdR) sobre las prioridades de la presidencia española del Consejo, Navarro defendió la inclusión de las lenguas cooficiales en el régimen lingüístico de la UE como una medida para combatir "el desapego de una parte de la ciudadanía" al proyecto europeo.

"Estamos convencidos de que no hay mejor política de comunicación ni forma más directa de acercar la Unión a los ciudadanos que permitir que utilicen en sus relaciones con la UE la lengua en la que se expresan en su hogar, en su trabajo y en el trato habitual con sus autoridades", expuso el secretario de Estado en funciones.

La propuesta española de oficializar el uso del euskera, catalán y gallego en la UE volverá a tratarse en el orden del día de la reunión del Consejo de Asuntos Generales que se celebrará en Bruselas el próximo 24 de octubre, según avanzó el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares.

El Comité de las Regiones es una institución de la UE en la ya que llevan años usándose las lenguas cooficiales españolas, y por ello el secretario de Estado para la UE definió a este ente, que representa a los intereses de los cargos locales y regionales de los Veintisiete, como "un perfecto ejemplo" de multilingüismo.

Los riesgos de la dependencia extranjera

    Pascual Navarro también expuso durante su discurso que las prioridades de la presidencia española del Consejo de la UE son la transición ecológica, la justicia social, la cohesión de la Unión y la reindustrialización del continente, que es el punto sobre el que el secretario de Estado hizo más énfasis en el debate.

Navarro constató que la UE "se ha vuelto excesivamente dependiente de un número muy reducido de países" en sectores clave como la industria o la energía, y admitió que esta situación "ha afectado negativamente al bienestar de los ciudadanos europeos".

El número dos de Exteriores afirmó que el objetivo de la presidencia española no pasa por "construir una Europa fortaleza", sino que aspiran a seguir apostando por el comercio internacional pero "diversificando y estrechando lazos con socios más fiables", y en paralelo al impulso de una reindustrialización de la UE.

En la búsqueda de socios comerciales globales, Navarro defendió que la UE mire hacia América Latina, y afirmó que la cumbre del pasado julio entre los mandatarios europeos y los de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) "refuerza la red de alianzas externas de la Unión y su autonomía estratégica".