La paz que han sellado PNV y PSE en torno a los modelos lingüísticos en las escuelas está provocando un momento de agitación dentro del pacto educativo por el flanco de EH Bildu. El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha dado este miércoles un paso al frente para aclarar la confusión que ha generado en algunos ámbitos el contenido de la enmienda pactada entre los jeltzales y los socialistas, que apuesta por construir los proyectos en las aulas “sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes”, pero dando autonomía a los centros y con el objetivo de garantizar un perfil B2 en el conocimiento del euskera y el castellano al final de secundaria. Bildarratz aclaró que los modelos A en castellano, B en bilingüe y D en euskera se aprobaron hace 40 años y las necesidades de los centros han cambiado, lo que va a exigir una actualización de esos modelos para conseguir la meta del perfil B2.

Estas declaraciones sonaron bien a los oídos de EH Bildu, que por boca de Pello Otxandiano vio margen para “debatir” al respecto, pero el problema radica en que esta coalición cree que el PSE interpreta la enmienda de otra forma y que los socialistas blindan los modelos actuales, motivo por el cual no moverá ficha hasta que este asunto se clarifique públicamente entre los dos integrantes del Gobierno vasco. Pero han ocurrido dos hechos que pueden contribuir a que baje la espuma de esta polémica y el pacto no pierda la pata de EH Bildu. Por un lado, aunque Otxandiano aventuró una respuesta de Eneko Andueza a Bildarratz, al menos por ahora no se ha producido ningún desmentido al consejero, y fuentes del PSE consultadas por este periódico se ciñen a la enmienda y aseguran que no van a contribuir a una “ceremonia de la confusión”. En su cuenta de la red social X, solo aparecen refrescadas las declaraciones de Andueza de la víspera, cuando aplaudió que no haya un único modelo monolingüe. Esto es cierto, ya que se mantendrá la libertad de elección de las familias porque cada centro tendrá un proyecto adaptado a su contexto social. Pero los modelos van a evolucionar y no serán los de 1983, algo que también admite implícitamente la nota de prensa socialista del martes cuando habla de su “actualización”.

Por otro lado, quien ha aclarado en público el alcance de la enmienda es el consejero Bildarratz. Tiene la máxima autoridad en las políticas de educación, lo que debería ser un indicio fiable sobre el rumbo que va a tomar este debate. EH Bildu, por su parte, asegura que los modelos están superados, lo que no parece muy distinto al mensaje del consejero cuando asegura que habrá evolución. Da la sensación de que los tres grupos defienden un espíritu similar, pero cada uno destaca el mensaje más estratégico para su base social, aunque son los pedazos de una misma fotografía. EH Bildu, eso sí, mantiene en el discurso la idea de emular el modelo catalán.

Lo que dice la enmienda

La secuencia de acontecimientos comenzó el martes con la presentación de las 26 enmiendas conjuntas de PNV y PSE. Se apuesta por estructurar el proyecto de cada centro “dentro de un marco común” que integra los derechos que reconocen el Estatuto y la Ley de Normalización del Euskera, “sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes, asegurando que cualquier desarrollo o actualización de los mismos se realice mediante el desarrollo reglamentario garantizando aquellos mismos derechos y principios”. Se añade que el alumnado tendrá que adquirir el nivel lingüístico necesario, en alusión al perfil B2. El reglamento que lo desarrolle llegará en un plazo máximo de dos años. Esta mención aparece en la exposición de motivos, que no tiene tanta carga jurídica.

Bildarratz: "Hay un desencaje entre lo que se definió hace 40 años y la realidad"

El problema ha surgido con las interpretaciones posteriores, que hablan de un blindaje de los modelos actuales como si fueran a mantenerse con rigidez y sin cambios. Bildarratz aclaró en unas declaraciones ofrecidas a la entrada del Parlamento Vasco que los modelos lingüísticos cumplen ya 40 años de vigencia “y es evidente que la sociedad ha cambiado mucho, y las necesidades de los centros, también”. 

Citó un ejemplo que acredita que hay que adaptar los modelos. “Tenemos el modelo D, donde se fija que, a excepción del castellano y el inglés, el resto se haga en euskera, pero la realidad en estos momentos es otra, porque en cantidad de centros han incluido el inglés en otra serie de materias. Hay un desencaje entre lo que se definió hace 40 años y la realidad. Vamos a diseñar de qué manera respondemos a los centros. Este desarrollo reglamentario lo vamos a tener que hacer con la comunidad educativa. Probablemente serán modelos flexibles para que los centros puedan responder respetando la voluntad de las familias”, explicó Bildarratz. En esta “voluntad de las familias” parece que queda recogida la petición del PSE de que no exista un solo modelo monolingüe.

“Esta ley lo que queremos que recoja es que haya una actualización de estos modelos, para que los centros puedan elaborar sus proyectos lingüísticos en base a la realidad a la que están respondiendo y den con los instrumentos para que consigan lo que pretendemos, un perfil B2 una vez finalizada la secundaria obligatoria, y B1 en una tercera lengua”, dijo. La Administración fijará un marco y dotará de herramientas y recursos, y serán los profesores quienes diseñen el proyecto concreto del centro. Cuando se le preguntó cómo puede garantizar el aprendizaje de euskera el modelo A, respondió que, antes de que empiece el desarrollo reglamentario, se desconoce si “seguirá el modelo A que conocemos, si será un A plus o tendrá un desarrollo”. La clave, volvió a decir, es fijarse en los objetivos, en el perfil B2, porque los modelos “no son el objetivo, sino la competencia”. En otras palabras, parece que el consejero pide dejar de mirar al dedo que señala la luna, y centrarse en mirar a la luna. Pidió que todas las partes se alejen del ruido lo máximo posible.

EH Bildu ve un "cambio de guion"

Estas declaraciones se produjeron inmediatamente antes de la comparecencia que había convocado EH Bildu para explicar su posición. Pello Otxandiano comenzó en un tono muy crítico, hablando de “golpe de volante” o de “cambio de guion” porque, hasta la fecha, en ningún documento anterior se habían mencionado los modelos, tampoco en el pacto entre PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU de abril de 2022. Otxandiano trató de presentar al PNV a merced de los socialistas, que han lanzado “un órdago” y se habrían salido con la suya. Pero, a renglón seguido, matizó que parece que hay dos versiones, que Bildarratz defiende una interpretación, y el PSE otra, por lo que exigió una rueda de prensa conjunta de los dos socios para que den una versión “única, coherente y completa”.

Fue en la ronda de preguntas cuando Otxandiano aclaró que, si la versión que manda es la del consejero, habría margen para debatir. De hecho, consideró que sus declaraciones son “un paso adelante por parte del PNV”.

“Si la interpretación buena es la del PSE, esa interpretación está fuera del pacto educativo. Si esta enmienda lo que viene es a blindar los modelos, todo el mundo sabe que no es posible alcanzar los objetivos del pacto a través del modelo A, tampoco del B o el C” pero, “si el sentido de la enmienda es lo que ha dicho Bildarratz, podríamos debatir sobre esa enmienda, si tiene sentido en el preámbulo, si la redacción es correcta o si se puede mejorar, si se puede añadir o quitar algo...”. En otro momento, llegó a decir que “habrá que ver la respuesta de Andueza a Bildarratz”. 

El PSE reivindica que se evita la inmersión en una sola lengua

Fuentes del PSE no ocultan los problemas de los modelos actuales (no solo del A), pero no quieren especular con lo que vaya a dar de sí la reflexión de aquí a dos años. Se centran en poner en valor que se evita la inmersión en una sola lengua.