El PNV ha recibido la propuesta del Gobierno español sobre la transferencia de los trenes de Cercanías como si comenzara a escuchar por megafonía que la última parada está más cerca tras un viaje tedioso, plagado de sacudidas y con grandes dosis de paciencia y pastillas para el mareo. El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, confía en que este documento, que le parece un “primer paso”, “sea el principio del fin”. El Estado finalmente ha dejado a un lado sus resistencias y se está aproximando al método de cálculo del Cupo para establecer el importe económico de este traspaso, aunque aún de manera insuficiente para la consejera Olatz Garamendi y también persisten las diferencias sobre los servicios e infraestructuras que debe gestionar Euskadi. 

Tras admitir ese punto de esperanza, Ortuzar ha recordado este martes en Onda Vasca que, en realidad, este documento tendría que haber llegado antes de Navidad, que el sistema del Cupo está tan tasado y es tan conocido que no tendría que haber provocado este entuerto, y que ya “urge” gestionar los trenes porque la movilidad es clave para la ciudadanía, y en el Estado se están encendiendo las luces rojas de alarma por la gestión “desastrada” del servicio y la construcción de trenes que no caben en los túneles en Cantabria.

“Espero y deseo que este primer paso sea el principio del fin y que cerremos cuanto antes una transferencia que vemos que está en boca de todos con el desastrado caso de los trenes de Cantabria, que también nos afecta a Euskadi, a toda la zona de Karrantza. Urge la transferencia para que Euskadi pueda hacer un sistema integrado en un momento en que para la gente la movilidad es un tema crítico”, dijo, en referencia a las encuestas para las elecciones municipales y forales del 28 de mayo. Ortuzar lamentó que es “un poco desesperante este ritmo caribeño”, e insinuó que podría ocultar una ausencia de voluntad. 

“En política, los tiempos también demuestran voluntades. Cuando uno quiere actuar con prisas, ya lo hace. Ellos son los reyes del decreto ley. Son bastante lentos en un tema que está súper maduro, y sabemos cuál es la mecánica de cálculo del Cupo y del Concierto, cómo se hace. Está tasado y tendríamos que ponernos de acuerdo muy rápido”, insistió. Preguntado sobre si llegará algún traspaso antes de las elecciones municipales y forales, admitió que, aunque el Gobierno vasco lo seguirá intentando, “es verdad que el Gobierno español se ha puesto en modo elecciones y va a intentar seguramente ir a lo suyo”. A todo ello se le suma que, para algunos sectores mediáticos y políticos de Madrid, la transferencia de trenes “parece que rompe España”. “Es el sainete en el que se ha convertido la política española, donde cualquier tema es susceptible de ser exagerado y, desgraciadamente, el Gobierno es muy susceptible a este tipo de críticas”, añadió.

Habrá contrapropuesta de la consejera Olatz Garamendi

Desde el Gobierno vasco, su portavoz Bingen Zupiria aseguró que la propuesta llegó a finales de la semana pasada y que, a pesar de la tardanza, es un hecho “positivo” en sí mismo, además de que hay “una serie de aspectos en los que ha habido avances” y se acercan a las posiciones de las consejerías de Autogobierno y también de Transportes (esta última, del PSE). Aludió al método de descuento del Cupo (las transferencias se calculan descontando del Cupo que paga Euskadi al Estado el 6,24% de la inversión total en el Estado). No obstante, confirmó que la consejería de Autogobierno hará una “contrapropuesta” y que seguirá trabajando para ver si es posible alcanzar un acuerdo antes de las elecciones.

Cumplimiento de Pedro Sánchez

Cumplir el Estatuto de Gernika forma parte del acuerdo de investidura de Sánchez con el PNV, y el compromiso se concretó además en un calendario del propio Consejo de Ministros donde fue el Gobierno español quien puso los plazos y las prioridades. Ortuzar admitió que queda sin cumplir una parte relevante de los acuerdos más políticos, pero admitió que el 70% del acuerdo presupuestario está completo.

Lamentó que Sánchez no haya ni abierto la carpeta del nuevo estatus para Euskadi y para Catalunya. Sobre el macrocentro de refugiados, confió en que el grupo de trabajo sobre migración con el Estado va a ser “bueno” y en convencer de que el modelo vasco es “mejor” y más cercano, con independencia de si se desarrolla en la instalación de Gasteiz o en otra.