2023 va a ser un año electoral por excelencia tanto en la CAV y Nafarroa como, por ende, en el Estado español. Y es que hay dos citas marcadas en rojo en el calendario electoral de 2023: los comicios del 28 de mayo, en los que se renovarán las instituciones forales y municipales en el caso de Euskadi y también el Gobierno autonómico en el caso de la Comunidad Foral, y las elecciones generales de otoño, sin fecha aún pero que muy probablemente tendrán lugar en noviembre o diciembre.
De esta forma en las elecciones forales y municipales de mayo se anticiparán las tendencias que pueden marcar las generales de medio año más tarde. Sin embargo, no debe interpretarse la convocatoria de mayo como una primera vuelta de las generales, ya que la trascendencia de esta elección no es menor, al renovarse las instituciones más cercanas y seguramente más relevantes para el ciudadano: los ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos.
En la CAV la batalla está servida de cara a mayo y la pugna será principalmente entre el PNV, que espera aspira a renovar el liderazgo de los ayuntamientos de las tres capitales vascas y de las tres diputaciones, y EH Bildu, que espera poder disputar a los jeltzales al menos la Diputación de Gipuzkoa y la Alcaldía de Gasteiz, donde también entra en liza el PSE.
Según apunta María Silvestre, investigadora principal del Deustobarómetro, “la sociedad vasca confía en sus instituciones y valora positivamente la gestión política de sus gobernantes”, por lo que a priori no se esperan grandes cambios en estas elecciones. “Si bien es cierto que cada vez es más difícil establecer predicciones o tendencias porque la realidad es sumamente cambiante, no creo que esta cuestión cambie drásticamente en los próximos meses”, añade.
Nuevas caras
A grandes rasgos, el PNV cambia algunas caras en las principales instituciones -Elixabete Etxanobe en Bizkaia, Eider Mendoza en Gipuzkoa y Beatriz Artolazabal en Gasteiz- y también lo hace la coalición independentista, en la que destaca la apuesta en Gipuzkoa por Maddalen Iriarte, hasta ahora portavoz en el Parlamento Vasco.
"La sociedad vasca confía en sus instituciones y valora positivamente la gestión política"
Respecto al resto de siglas políticas el PSE aspira a mantener sus alcaldías más importantes como pueden ser Irun, Portugalete o Eibar; y a tratar de pelear por la alcaldía de Gasteiz.
Por su parte, el PP y Elkarrekin Podemos no parten con muy buenas expectativas; atendiendo a los sondeos cotizan a la baja y será difícil que puedan dar la vuelta a los pronósticos. Estas encuestas también dibujan que Vox podría pelear por lograr un juntero en la Diputación de Araba.
Más a fondo, y por territorios, en Bizkaia el PNV tiene como objetivo consolidar su hegemonía y estaría cerca de lograr la mayoría absoluta en la alcaldía de Bilbao para Juan Mari Aburto. Los jeltzales también quieren revalidar otras alcaldías importantes como Barakaldo y Getxo, a la par que disputarle a EH Bildu localidades como Galdakao o Durango.
Respecto la coalición abertzale, su objetivo es ganar peso en el territorio tanto en municipios importantes como en la Diputación. Para ello, ha optado por cambiar caras tanto en la Alcaldía de Bilbao -presenta a María del Río, de Alternatiba- como en la Diputación, donde la lista la encabezará el hasta ahora parlamentario Iker Casanova. En esta última institución, lo más destacado es la renovación de los jeltzales, que optan por Elixabete Etxanobe -hasta ahora responsable de Administración Pública- tras ocho años de Unai Rementeria como diputado general.
Pugna por Gipuzkoa
Gipuzkoa puede ser el territorio más disputado entre el PNV y EH Bildu ya que, según los sondeos, no les separa mucha distancia en la Diputación y la coalición abertzale aspiraría a arrebatarle a los jeltzales la institución -EH Bildu ya la lideró entre 2011 y 2015-.
Para ello la coalición abertzale ha hecho una apuesta muy fuerte llevando de candidata a Maddalen Iriarte, su máximo referente hasta ahora en el Parlamento. Enfrente, el PNV también ha puesto toda la carne en el asador con la candidatura de Eider Mendoza, valor en alza del GBB, que tratará de retener la Diputación y consolidar las políticas desarrolladas en los últimos ocho años por Markel Olano.
A este respecto, María Silvestre recuerda que “la presencia y fuerza municipal de EH Bildu es mucho mayor en Gipuzkoa” que en los otros dos territorios de la CAV, “por lo que es lógico que trate de maximizar el liderazgo que tiene” para poder disputarse la Diputación Foral con el PNV.
En la capital guipuzcoana todo parece más sencillo ya que, salvo sorpresa, Eneko Goia no pasará apuros para repetir en el Consistorio. Los sondeos le colocan unos cuantos puntos por delante de EH Bildu y del PSE que, tras unas primarias muy sonadas con la irrupción del exalcalde Odón Elorza, tendrá como cabeza de lista a Marisol Garmendia.
En el herrialde alavés, el jeltzale Ramiro González aspira a un tercer mandato y todo indica que tiene en su mano conseguirlo ya, según los barómetros, ni Bildu, ni el PSE ni el PP estarían en condiciones de pugnar por la primera plaza.
La gran batalla está sin embargo en la Alcaldía de Gasteiz, donde ya hubo un resultado apurado hace cuatro años con una victoria de Urtaran pero con PSE y EH Bildu pisándole los talones. En mayo esta pugna podría repetirse y, de estas tres formaciones, solo los socialistas mantienen a su número uno (Maider Etxebarria), mientras que los jeltzales han optado por Beatriz Artolazabal, actual consejera de Políticas Sociales, Igualdad y Justicia; y la coalición abertzale presenta a Rocío Vitero tras la abrupta salida de Miren Larrion.
Nafarroa
En la Comunidad Foral, por su parte, la disputa electoral se prevé muy interesante con María Chivite y el PSN aspirando a revalidar el Gobierno que han conformado en la última legislatura junto a Geroa Bai y Podemos. Chivite ha marcado un nuevo rumbo a unos socialistas navarros, que siempre habían funcionado como muleta de UPN y ahora en cambio han apostado por alianzas con los partidos abertzales y progresistas.
En cualquier caso, está por ver a qué formaciones del cambio premian los navarros, aunque parece que Chivite parte con muchas opciones de repetir al frente del Gobierno foral con el apoyo de las formaciones nacionalistas. En el otro lado, UPN afronta una crisis interna relevante y ha dado por enterrada la coalición Navarra Suma que conformó en 2019 junto al PP y a Ciudadanos.
“Nafarroa es un escenario político complejo y plural en el que resultado en escaños determinará quién puede o deber ejercer el liderazgo. A priori, Chivite parte con la ventaja de ser la actual presidenta de la Comunidad Foral, pero las cartas se repartirán después de las elecciones”, destaca Silvestre sobre la importancia de los pactos post-electorales.
Para la Alcaldía de Iruñea se prevé una disputa enconada con el PSN como pieza clave ya que, de repetirse una aritmética similar a la de hace cuatro años, serían los socialistas quienes tendrían en sus manos dar el Gobierno local a UPN o a EH Bildu. Con Joseba Asiron de nuevo en la terna y a expensas de si se presenta Enrique Maya, el PSN cambia de carta relegando a Maite Esporrín y apostando por Elma Saiz, consejera de Economía y Hacienda del Gobierno foral. Está por ver si esto supone un acercamiento a Asiron o si, como ocurrió en 2019, los socialistas vuelven a entregar el Consistorio a UPN.
DOS CITAS CLAVE
Municipales. 28 de mayo. Las municipales y forales en la CAV -y también autonómicas en Nafarroa- tienen ya fecha adjudicada: el 28 de mayo de 2023. En el Estado español también se celebran comicios autonómicos en algunas regiones trascendentales como la Comunidad Valenciana -la más poblada de las que gobierna el PSOE-, Castilla-La Mancha -donde se prevé una dura pugna- o Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso podría lograr la mayoría absoluta.
Generales. Finales de 2023. La fecha de las generales en cambio, no se conocerá hasta después del verano. Sin embargo, en caso de que Sánchez pretenda agotar la legislatura, podría elegir entre noviembre o diciembre del próximo año.