EH Bildu rompió el martes la negociación de los Presupuestos vascos con el Gobierno de Urkullu con el argumento de que no tenía ningún recorrido y el consejero Pedro Azpiazu no había mostrado ninguna voluntad de alcanzar un acuerdo. Era la tercera reunión y, unos días antes, el consejero de Hacienda había presentado a la coalición abertzale una contraoferta de 54,05 millones. Pero, tras la cita, Maddalen Iriarte anunció la ruptura: “No vamos a seguir estirando un chicle que no existe y que no va a llevar a buen puerto”. Dicho así, daba la sensación de que la consejería se había plantado, y desde la izquierda abertzale se trataba de presentar este proceso como un montaje político sin contenido, con el único objetivo de trasladar la idea de que el Ejecutivo negocia, sin ser así.
¿Llegó el Gobierno vasco a ofrecer algo más a EH Bildu para tratar de acercar posiciones? La respuesta es que tenía bajo el brazo varias medidas relacionadas con la emancipación juvenil y el apoyo a las familias para que puedan pagar la factura de la calefacción este invierno, pero desde el Gobierno vasco admiten a este periódico que no se llegaron a poner sobre la mesa en el encuentro. La razón: Azpiazu no tuvo opción de hacerlo porque EH Bildu anunció la ruptura “seis minutos” después de empezar la reunión.
Hacer cábalas ahora con lo que podría haber dado de sí la negociación si no se hubiera roto es un ejercicio de pura ficción pero, a juzgar por la versión del Gobierno vasco, Azpiazu sí estaba dispuesto a explorar los márgenes y dar algo de cancha a este diálogo, sin ocultar que se iba a realizar dentro de los márgenes económicos y competenciales del Ejecutivo. Lo que no quieren hacer desde la consejería de Hacienda es concretar a este periódico en cuántos millones estaba cifrada esa oferta, porque no les parece correcto hacerlo ahora si no pudieron decírselo a EH Bildu en privado.
"Entraron y cerraron, así que no pudimos"
Fuentes de la consejería de Hacienda, preguntadas por este periódico sobre si ofrecieron algo más a la coalición abertzale, relatan su versión: “No nos dieron margen de ofrecerles nada más. Entraron y, en seis minutos, nos dijeron que ya habían tomado la decisión de salirse. Con lo cual, no tuvimos oportunidad de plantearles algunas cuestiones que teníamos, sobre todo, relacionadas con emancipación juvenil, y con el apoyo a las familias para abonar la energía este invierno, el bono térmico, etc. No tuvimos oportunidad de planteárselo, porque no dieron pie a que pudiéramos hacerlo. Entraron y cerraron, así que no, no pudimos”, zanjan.
En anteriores negociaciones presupuestarias, desde otros partidos como Elkarrekin Podemos-IU, se ha rechazado el acuerdo con el Gobierno vasco con el argumento de que supondría blanquear su mayoría absoluta a cambio de un par de medidas sin mayor trascendencia o de un ejercicio ficticio de diálogo. Sin embargo, esta versión de la consejería contradice ese retrato del proceso negociador, porque sí había contenidos, y parece situar el desmarque exprés de EH Bildu como una decisión política que se había tomado de antemano, sin esperar a escuchar lo que tenía que plantear Azpiazu en esa reunión.
Desde el PNV, la presidenta de la Ejecutiva de Bizkaia, Itxaso Atutxa, ha dado a entender este miércoles de manera críptica la existencia de esa última oferta frustrada. En una entrevista en Radio Popular, dijo que el consejero tenía unas “últimas ofertas” y, en otro momento de la entrevista, puso el foco en las ayudas a la emancipación de los jóvenes y las ayudas a las familias vulnerables para costearse la energía. Son dos ejes que pudo citar porque son aquellos en los que EH Bildu puso el acento en su comparecencia para romper el diálogo (junto con Osakidetza), pero que también coinciden con las medidas que quería poner en valor Azpiazu en el último y tercer encuentro.
En la única contraoferta que ha llegado a estar sobre la mesa de los encuentros y que se ha hecho pública en los medios de comunicación, la oferta de 54,05 millones, Azpiazu aceptó en su literalidad la propuesta de EH Bildu de impulsar una iniciativa parlamentaria para transferir a las comunidades autónomas las competencias para formar a residentes de todas las especialidades médicas; y también le ofreció 30 millones de incremento en Osakidetza, incluidas las 358 plazas en atención primaria que daban continuidad al acuerdo de las Cuentas de 2022; seis millones para ampliar en 1.300 viviendas el alquiler social; un millón en formación para el programa juvenil Lehen Aukera, y diez millones para el autoconsumo energético, entre otras medidas. Son ofertas que vienen de un Gobierno con mayoría absoluta que no necesita apoyos.
Este periódico se puso en contacto con el grupo parlamentario de EH Bildu para darle opción a exponer su versión de lo sucedido, pero se remitieron a las declaraciones de Maddalen Iriarte tras el encuentro del martes.